El Ministerio de Educación abrió hoy el plazo para que los estudiantes universitarios y de enseñanzas postobligatorias a partir de Bachillerato y FP de grado medio soliciten una beca para el próximo curso. El Gobierno ha presupuestado 1.203 millones de euros. Esta cantidad es un 3,5% más que lo dispuesto para el curso pasado. El Ejecutivo debate ahora cómo mejorar la eficacia de las ayudas estudiantiles para optimizar la igualdad de oportunidades.

La beca es un derecho protegido por ley desde 2005. Todo alumno que cumpla los requisitos puede acceder al dinero. Por tanto, la clave sobre la protección de los estudiantes de familias menos pudientes está en los requisitos. El Gobierno ha mantenido los niveles de renta máximos establecidos el año pasado en 14.112 euros para familias de un miembro, y hasta los 53.665 para familias de ocho miembros.

Sin embargo, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se comprometió la pasada semana en el Congreso de los Diputados a mantener 'un aumento continuado de la elevación de los umbrales económicos'. El ministro incluyó este compromiso dentro de uno de los objetivos del Plan de Acción 2010/2020. Con las condiciones de renta familiar actuales, un 57% de los alumnos universitarios podría acceder a una beca para su matrícula.

La principal apuesta del Gobierno para mejorar la inversión en becas es el Observatorio de Becas, Ayudas y Rendimiento académico, cuyo real decreto se encuentra en tramitación. La vinculación entre becas y rendimiento académico es un viejo debate universitario. Economistas como el profesor Juan José Dolado proponen un aumento del coste de la matrícula para los alumnos repetidores que, según sus cálculos, suponen una pérdida para el Estado de más de 3.000 millones de euros cada año. Las medidas propuestas por el Gobierno pretenden mejorar la estadística inversora en becas de España, que sigue lejos de la media de los países de la OCDE con respecto al PIB, con un 0,08%, frente al 0,25%.