Público
Público

La vida no se acaba a los 65

Las mujeres mayores, a favor del envejecimiento activo

PAULA DÍAZ

No forma parte de las estadísticas de mujeres mayores porque aún no alcanza la edad necesaria para ello (65 años), pero sí es una de las muchas abuelas que, lejos de dejarse llevar por la apatía y los achaques de la edad, derrocha energía y optimismo. María Area, asturiana de 64 años, multiplica las horas del día para atender su negocio, a sus nietos, a su marido y dedicarse a su gran pasión: el deporte. 'En mi casa me dicen que se cansan sólo de verme porque no paro', bromea.

María es cinturón negro de kárate y ha ganado tantos campeonatos de España de atletismo que ya ni se acuerda de las medallas que tiene en su casa. 'Más de 50, creo... ¡he perdido la cuenta!', exclama. A eso se añaden 28 récords de España, entre ellos, algunos de especialidades como salto de altura, de longitud, lanzamiento de peso o pentatlón. Y eso que empezó a entrenar 'tarde', después de que a los 38 años le diagnosticaran una lesión de espalda que podía haberla dejado en silla de ruedas de no haber reaccionado a tiempo. 'Me recomendaron hacer ejercicio para evitarlo y, gracias a eso, volví a nacer', recuerda.

El 92% de las mayores dedican la mayor parte de su tiempo a sus nietos

El próximo año, en junio, se presentará al campeonato del Mundo con sus ya cumplidos 65 años. 'Mi marido siempre me dice que ya estaré jubilada y yo sólo pienso en que cambio de categoría en las competiciones', cuenta ilusionada. Para entrenarse, organiza sus jornadas a la perfección: 'Por la mañana atiendo a los clientes de mi hotelito [Casa María, en Candás (Asturias)], luego salgo a correr y la tarde se la dedico a mis nietos de 14 y 8 años'. 'Y si ellos están por la mañana, me los llevo conmigo a entrenar', añade.

El caso de María puede parecer excepcional, pero, como ella, el 92% de las mujeres mayores dedican su tiempo a cuidar de los nietos, las personas dependientes y las tareas del hogar, según el Informe sobre las mujeres mayores en España, elaborado por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

Imserso: «Son mucho más participativas en el ocio y la cultura»

'Ellas son más vulnerables que los hombres porque tienen menos ingresos [la mayoría vive de pensiones no contributivas porque no han tenido un empleo remunerado] y sufren más la soledad [tienen mayor esperanza de vida y, por lo tanto, hay más viudas que viudos] y la dependencia', explica la directora general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), Purificación Causapié.

En el Congreso de Mujeres Mayores, celebrado el Día de la Mujer, varias expertas denunciaron que a cierta edad, se sufre una doble discriminación: por ser mujer y por ser mayor. María ratifica esta idea. 'Estamos invisibilizadas por completo. Yo no pretendo ir de diva por la vida, pero me duele que mis méritos en el atletismo no tengan notoriedad', lamenta. 'Hace años me dieron un premio y parecía que me estaban haciendo un favor', añade.

'Estamos muy utilizadas', denuncia, por su parte, Mariqueta Vázquez, presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable (Ames), en relación a la 'obligación' que muchas abuelas sienten respecto al cuidado de sus nietos. Por eso en Ames pretenden fomentar la idea de que 'ser mayor no quiere decir que tengas que estar en casa', señala por su parte la secretaria de la asociación, Francisca Oller.

«El sexo cambia, pero es igual de satisfactorio», confiesa María

De hecho, Paquita como prefiere que la llamen, Mariqueta y Paloma Gil (también de Ames) se han negado a ser 'típicas abuelas'. Aunque adoran a sus nietos y están con ellos 'cuando hace falta, pero no por norma', las tres amigas prefieren dedicar su tiempo a organizar las jornadas, los debates y los talleres que ponen en marcha en la asociación. Y, como no todo va a ser trabajar, también se reúnen 'para ir al teatro o al cine, a ver películas que nos enriquezcan', destaca Paquita, de 67 años. ¿Y el café? '¡Anda ya, qué aburrimiento quedar por la mañana! Nosotras somos más de cenita y luego, si hay que bailar, se baila', añade.

'Tenemos derecho a decidir cómo queremos vivir nuestra tercera, cuarta o quinta edad', resume Paloma, de 65 años. Y como ellas, muchas mujeres encuentran la manera de conseguir tiempo para dedicarlo a sí mismas. De esta forma, las mayores de 65 añosque representan un 10% de la población son las que más realizan actividades de voluntariado (un 26,5% frente al 21,3% de los hombres) y de ocio: representan el 67% de los que acuden al programa de vacaciones del Imserso.

'Ha habido una evolución muy importante en los últimos años, una transición entre las mayores de 85 años, más tradicionales, y las de entre 65 y 75, que son mucho más activas, más participativas en el ocio y la cultura. Son mayoría en las universidades de mayores', destaca Causapié.

Las mujeres sufren discriminación por su edad y por su género

'Eso las mantiene activas, les permite tener relaciones sociales que son beneficiosas incluso para su estado de salud: les ayuda a ir menos al médico', añade la directora del Imserso.

'Nosotras, que llevamos una vida muy activa, nos sentimos más vitales y se nos nota: siempre nos dicen que estamos estupendas y nos echan menos años de los que tenemos', presume Paquita.

En Ames también animan a las mujeres de la asociación a que continúen disfrutando del sexo. Porque, aunque ese siempre es un tema tabú a ciertas edades, 'muchas tienen amigos personales con los que salen a comer, o a lo que sea', explica Paquita, con picardía.

De hecho, un estudio realizado por la doctora en Psicología de la Universidad de Córdoba, Anna Freixas, demuestra que, aunque no existe un modelo único de sexualidad entre las mujeres mayores, 'ni la vida ni el sexo se acaban después de los 50'.

Los primeros datos de la investigación -realizada con más de 700 mujeres de entre 50 y 80 años, ponen de manifiesto que el 65,57% continua practicando sexo con su pareja y un 65,71%, también consigo misma. Además, aunque casi la mitad de las encuestadas reconocen que con la edad ha disminuido el deseo, a muchas les gustaría practicar sexo con más intensidad y con más calidad.

María Area reconoce que 'es verdad que no se practica sexo con la misma frecuencia que cuando tienes 25 años'. 'Pero sigue siendo igual de satisfactorio; el sexo cambia, pero no se acaba', asegura la deportista. Además, ellas tienen una ventaja: 'Conocen mejor su cuerpo y sus deseos', explica Freixas. 'Llega un momento en que pierdes la vergüenza y lo vives todo con más naturalidad', confiesa María. '¡Muchas veces empiezas jugando y acabas enrollado!', concluye.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias