Sabino Cuadra (Amurrio, 1949), diputado electo de Amaiur por Navarra, es un referente del sindicalismo en la izquierda abertzale. Ejerció como abogado laboralista durante la dictadura y la Transición, hasta 1979, cuando empezó a trabajar en el Gobierno de Navarra. Fue miembro de CCOO y, desde 1997, es sindicalista de LAB. Su trayectoria política también es dilatada. Perteneció a LKI, Zutik, Batzarre y Euskal Herritarrok. Ahora llega al Congreso en nombre de Amaiur.

¿Qué planteará Amaiur en el Congreso en clave de izquierdas?

'Para hacer frente al nuevo Gobierno hace falta articular acuerdos'

Vamos a reivindicar un marco vasco propio de relaciones laborales y prestación social, el reparto de la riqueza, la reducción de la jornada laboral, la consolidación de todos los servicios públicos, la revocación de las medidas implementadas desde el Gobierno recortando derechos y prestaciones... En Euskal Herria, tiene especial relevancia lo relacionado con las infraestructuras. Por ejemplo, es un escándalo que en Navarra se dediquen al TAV en los presupuestos de este año 134 millones de euros, mientras que a las prestaciones sociales, a la renta básica, se destina una octava parte de esa cantidad. Debería considerarse un delito social.

¿Amaiur planteará alianzas con otras fuerzas políticas del Estado en clave de izquierdas?

Nuestra actuación en el Congreso, aparte de tener la referencia de nuestro pueblo, va a tener dos vías de trabajo. Una será con las formaciones de otras nacionalidades, como Catalunya y Galicia, y una segunda vía estará dirigida a buscar acuerdos con fuerzas políticas y sociales de izquierdas del Estado. Para hacer frente a los obstáculos que pueda generar el Gobierno del PP en contra de los derechos nacionales y a los previsibles ataques sociales hace falta articular acuerdos.

'El PP sigue por la senda de ilegalizar, ahora no permitiendo que tengamos grupo'

¿Es imprescindible un acuerdo de mínimos con el PNV y Geroa Bai para que se reconozca el derecho a decidir?

Se trata de dar pasos en esa dirección. Por eso, nuestro emplazamiento concreto en rela-ción a la resolución del conflicto va en primer lugar dirigido al PNV y Geroa Bai. Pero el acuerdo final tendrá que incluir a todas las fuerzas políticas de nuestro país, también al PP. Si no, la paz y la normalización democrática no tendrán cimientos firmes.

¿Espera un cambio de postura del PP tras haberse mostrado contrario a hablar con Amaiur y a que pueda formar grupo propio en el Congreso?

Su actitud es un desprecio y una falta de talante democrático para las más de 330.000 personas que han votado a Amaiur. Continúa por la senda de las ilegalizaciones. Esto sería ya una ilegalización reglamentaria de nuestro grupo. No obstante, estamos convencidos de que el PP cederá por las presiones que habrá desde Euskal Herria, el Estado y a nivel internacional. Hay muchas lupas de personas con mucha relevancia mirando lo que está ocurriendo aquí.

¿Qué harán para abrir una interlocución con el PP en Madrid y Euskadi?

La mano está tendida desde el mismo día 20. Sin poder concretar ahora qué marcos de trabajo o iniciativa vamos a desarrollar en concreto, porque es algo que tenemos sin definir, sí tenemos voluntad de hablar con el PP.