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Zapatero activa su proyecto de Europa social para 2010

El Gobierno presenta el día 15 en Budapest las prioridades de la presidencia española de la UE

ANA PARDO DE VERA

En la tradicional copa de Navidad de 2008, el jefe del Ejecutivo reconoció que una de sus prioridades este año es la Presidencia española de la UE de 2010. Y lanzó un mensaje a los responsables de su preparación: hay aspectos que le gustaría que estuvieran más avanzados.

Innecesario que lo repitiera. La preparación de un evento de esta envergadura y en unas circunstancias excepcionales (Tratado de Lisboa, presidencia de Obama en EEUU, crisis económico-financiera, globalización en su punto máximo...) lleva tiempo gestándose, pero los implicados en esta tarea han cogido aire para el sprint final.

El próximo 15 de enero, la troika de países que liderará la UE entre enero de 2010 y julio de 2011 España, Bélgica y Hungría presentará en Budapest, con un año de antelación, las prioridades de su política europea. Esta presidencia a tres responde ya al contenido del Tratado de Lisboa, que el Gobierno da por aprobado en el último Consejo Europeo de 2009 tras el desbloqueo de la situación del 'no' de Irlanda.

El texto, que entrará en vigor, pues, en pleno liderazgo español de la UE recoge que 'la presidencia del Consejo, con excepción de la formación de Asuntos Exteriores, será desempeñada por grupos predeterminados de tres Estados miembros durante un período de dieciocho meses', aunque cada semestre el país de turno ejercerá la presidencia de todas las formaciones del Consejo, a excepción de Exteriores.

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, confirma las 'excelentes relaciones' de España con sus compañeros de troika, Bélgica y Hungría, con quienes se está 'en permanente contacto'.

España, por su parte, lo tiene claro: quiere una Europa social. Ya está bien de tanto debate sobre instituciones, sobre constituciones que no salen, tratados, sedes, número de comisarios,... El presidente confía en que, con el Tratado y el asentamiento institucional, la UE se vuelque al cien por ciento en los europeos. 'Los ciudadanos quieren que debatamos sobre sus problemas', aseguró en el Museo del Prado en junio de 2008, cuando presentó su 'política exterior comprometida' para esta legislatura. 'Cuando las políticas comunes tienen éxito advirtió, los ciudadanos entienden mejor el sentido de Europa'.

En este aspecto, por ejemplo, el Ejecutivo asume con orgullo el apartado del Tratado que lleva un sello marcadamente español: 'La Unión tratará en sus distintas políticas de combatir la violencia doméstica en todas sus formas. Es preciso que los Estados miembros adopten todas las medidas necesarias para prevenir y castigar estos actos delictivos y para prestar apoyo y protección a las víctimas'.

Es una prioridad para el presidente que éste y otros aspectos sociales de la política europea, que ya son cruciales en España, empapen el continente.

'Éste es un tren que no podemos perder', aseguran en Moncloa. Y recuerdan que España acogerá en 2010 la primera cumbre de la UE y EEUU con Obama, en donde éste se reúne con el 'socio preferente' que reclamó durante su visita a Europa en su campaña. 'Pero un socio unido y fuerte, con una política común real. Porque los EEUU de Obama necesitan a la UE para su proyecto', sostiene López Garrido.

Zapatero buscará, además, potenciar el desarrollo político en otras tres áreas: América Latina, con especial empeño en la apertura de Cuba, cuya visita está por ver todavía si realizará en 2009 'Los preparativos, desde luego, no han comenzado', confirma una fuente del Gobierno; el Mediterráneo, en cuyo marco el presidente intentará que se celebre la primera cumbre entre la UE y Marruecos; y Rusia, cuyo acuerdo con la UE no se descarta que se cierre entre enero y junio de 2010, lo que llevaría a una auténtica relación bilateral y a la resolución de problemas como el energético, hoy de actualidad tras el conflicto entre Rusia y Ucrania que afecta a países europeos como Alemania.

El Gobierno es consciente de que España se juega mucho en esos seis meses de 2010 y que 2009 es la antesala del ensayo final, que debe resultar impecable. Reconocen, no obstante, que los actores principales son complicados. Especialmente, la República Checa, un país con un jefe de Estado, Václav Klaus, euroescéptico y que no encaja con su primer ministro, Mirek Topolánek.

El otro actor, Suecia, que presidirá la UE a partir de julio, comparte con España su preocupación social. Estocolmo se centrará en los dos grandes asuntos: la cumbre de Copenhague sobre cambio climático en 2009, para la que deberá obtener una postura consensuada de la UE, y la definición del nuevo Programa de Estocolmo, el renovado espacio de seguridad y justicia que pondrá en marcha, también, la presidencia española en 2010.

 

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