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Zapatero aplaza la decisión sobre un adelanto electoral

Rubalcaba dice estar preparado 'para todos los calendarios posibles'

GONZALO LÓPEZ ALBA

La posibilidad de un adelanto de las elecciones generales al 27 de noviembre sigue sobre la mesa del presidente del Gobierno, pero la decisión final se ha aplazado a causa del último episodio de la crisis financiera, según fuentes gubernamentales y socialistas.

José Luis Rodríguez Zapatero había planificado con Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco decidir en julio si convocaba las elecciones generales para esa fecha, como adelantó Público (9/6/2011), o para el 4 de marzo, apurando la legislatura.

Chaves destaca que la diferencia entre noviembre y marzo 'es mínima'

Elena Salgado, convertida en número dos del Gobierno al correr el escalafón, ya había advertido de que los meses de junio y julio serían duros de capear, sobre todo con la revisión de los test de estrés a la banca, cuyos resultados se darán a conocer hoy. Pero, la vicepresidenta económica no había previsto el nuevo ataque de los especuladores que ha vuelto a colocar a la Unión Europea en una situación de incertidumbre y ha disparado la prima de riesgo de España por encima de los 300 puntos, por primera vez desde su integración en el euro.

En esta situación de inestabilidad, se ha impuesto el criterio de aplazar hasta septiembre la decisión sobre la fecha de las elecciones, según aseguran las fuentes consultadas.

El Gobierno tiene hasta el 30 de septiembre para presentar en el Congreso el proyecto de Presupuestos para 2012, pero esta fecha es importante, no tanto por la presentación de las cuentas para el año próximo, que a día de hoy cuentan con una predisposición favorable al apoyo del PNV, como porque es el día en el que Zapatero, previa deliberación formal del Consejo de Ministros, tendría que poner su firma en el decreto de disolución de las Cortes para que las elecciones se celebraran el 27 de noviembre. El decreto, siguiendo la costumbre, se publicaría en el BOE el primer martes siguiente a la reunión del Gabinete, el 4 de octubre.

La crisis financiera vuelve a condicionar los planes del presidente

Las fechas inmediatamente anteriores y posteriores antes de llegar a 2012 aparecen cargadas de simbolismos negativos, como el aniversario de la muerte de Franco 20 de noviembre, o de festividades y puentes que desaconsejan la cita en una situación en la que el PSOE necesita movilizar al máximo a sus votantes. Y la posibilidad de adelantar la convocatoria a octubre para aproximarla al legendario 28-O cuando Felipe González consiguió una mayoría absoluta de 202 escaños, en 1982 se descarta, entre otras razones porque no daría tiempo a aprobar por el Parlamento reformas en trámite como la de las políticas activas de empleo y la de la negociación colectiva, que están siendo observadas 'con lupa' por los mercados.

Así las cosas, ha vuelto a coger fuelle la tesis de que Alfredo Pérez Rubalcaba necesita tiempo para distanciarse de su pasado inmediato como viga maestra del Gobierno y para poder labrarse una imagen de candidato renovador. Pero, a la vista de las circunstancias y condicionantes referidos, Rubalcaba siguió ayer el ejemplo de Zapatero, que el lunes, cuando anunció los cambios en el Gobierno, evitó atarse con un compromiso de agotar la legislatura hasta marzo.

'Tenemos que tener un calendario preparado para todos los calendarios posibles', dijo Rubalcaba en RNE, dando así pábulo a la hipótesis del adelanto electoral, que ya avivaron los cambios en el Gobierno, particularmente con el nombramiento del vicesecretario general del PSOE, José Blanco, como portavoz. El candidato electoral agregó que está preparándose 'urbi et orbi' para 'cualquier fecha'.

Además, el vicepresidente Manuel Chaves sostuvo que la diferencia entre noviembre y marzo 'es mínima' y que en ambos casos implica 'un agotamiento de la legislatura', según informa Europa Press. Chaves señaló que ni el PSOE ni el Gobierno 'están obsesionados por la fecha electoral' y, al igual que Rubalcaba, aseguró que los socialistas están 'preparados para cualquiera que sea la fecha'.

Alfredo Pérez Rubalcaba siempre ha tenido una inten-sa actividad de partido, pero escaso interés por desempeñar cargos orgánicos. Ayer lo volvió a confirmar al declarar en RNE que tiene 'un interés relativo' en ser el próximo secretario general del PSOE, cargo que habrá de elegirse en el próximo congreso de los socialistas, previsto para después de las elecciones generales. Desde el restablecimiento de la democracia, el candidato presidencial del PSOE siempre ha sido su secretario general -Felipe González, Joaquín Almunia y Zapatero-. Sin embargo, Rubalcaba aseguró que le 'preocupa mucho más presentar una oferta política para cuatro años, un proyecto político para toda la legislatura', sea en el Gobierno o en la oposición. 

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