El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está en Kazajistán para estrechar los lazos comerciales y económicos con aquel país. El presidente viaja acompañado por directivos de quince grandes españolas, lo que da una idea del carácter del viaje.

Por eso Zapatero respaldó en Astaná, la capital de Kazajistán, a las expresas exportadoras en las que España está basando su recuperación económica. El presidente también defendió la 'economía productiva' frente a un crecimiento centrado en la 'economía financiera'.

Zapatero se entrevistó con el presidente Kazajo, Nursultán Nazarbáyev, y con el primer ministro, Karim Masínov, ante quienes elogió la 'competitividad' de las empresas españolas, muchas interesadas en hacer negocio en esta rica exrepública soviética, con ambiciosos proyectos de infraestructuras en marcha. 'Ambos países hemos aprendido la lección, que tenemos que hacer crecer la economía productiva, la economía innovadora y no permitir que el crecimiento se base sólo en la economía financiera', manifestó Zapatero. 

Masínov elogió por su parte la 'gran capacidad competitiva' de la industria española y vaticinó que la constitución de empresas conjuntas 'estimulará el desarrollo económico de España' y favorecerá la creación de puestos de trabajo.

En un breve discurso, Zapatero consideró que ante la crisis internacional es necesario responder 'con el esfuerzo para hacer reformas'. Presentó a España como 'una de las economías más abiertas de la Unión Europea'. Y en este contexto, 'las empresas que están más abiertas al mundo son las que son más competitivas y es donde estamos basando la recuperación económica de nuestro país', recalcó. 

Con Nazarbáyev, Zapatero comentó la denominada crisis del pepino y destacó los perjuicios causados por las acusaciones alemanas a la huerta española: 'Nos han hecho mucho daño'.

Concluida su visita a Astaná, Zapatero emprende vuelo con destino a San Petersburgo, donde mañana volverá a respaldar a las empresas españolas con intereses en Rusia. Junto al presidente ruso, Dmitri Medvédev, clausurará el Foro Económico Internacional que organiza anualmente esta ciudad y aprovechará la ocasión para defender las reformas económicas adoptadas en la UE y en España.