Ante la zozobra que ha cundido en las dos últimas semanas en las filas socialistas, se esperaba ayer de José Luis Rodríguez Zapatero un mensaje de tranquilidad, de confianza. Y a juzgar por las palabras de los miembros de la ejecutiva federal del PSOE, lo consiguió. En una reunión que se prolongó hasta pasadas las dos de la tarde, el presidente defendió que todas las medidas que ha emprendido su Gobierno y, sobre todo, las que prevé implantar –reforma laboral y de las pensiones– “suponen un grandísimo esfuerzo en pro de la cohesión social y del futuro del país”.

Según relataron fuentes socialistas a Público, Zapatero recalcó a sus compañeros que la “repercusión” negativa que están teniendo los últimos anuncios en la opinión pública no debilitará su “compromiso de liderazgo” en el Gobierno y su “sentido de responsabilidad” para combatir la crisis.

El presidente pidió a los suyos responder a los “ataques” del PP, y calificó las críticas de Mariano Rajoy como un intento no de defender España, sino de “erosionar” al Gobierno. La secretaria de Organización, Leire Pajín, puso hilo a las puntadas del jefe del Ejecutivo, ya en rueda de prensa: “Todos los responsables políticos deberían salir a hacer frente a las especulaciones” de los analistas internacionales, que dudan de la solvencia económica de España. “A Rajoy no se le ha oído. Si no sale al paso, puede parecer que está detrás de ellas o que las respalda”, denunció.

En el PSOE sospechan que “no es casual” que se sucedan las críticas a los pocos gobiernos socialdemócratas que hay en Europa y a un Ejecutivo, como el español, que quiere frenar a los que “quieren volver a las andadas”, a que no haya regulación en los mercados, subrayó Pajín. Son los especuladores y la derecha los que se afanan en “destruir” la imagen del Gobierno y de Zapatero. La número tres del PSOE dejó claro que el comisario europeo Joaquín Almunia no entra en esa categoría, cuando comparó la semana pasada la economía española con la griega, hoy casi en quiebra, y la portuguesa. El PSOE, no obstante, 'no comparte' sus apreciaciones.

El Ejecutivo no se arrugará. Aunque todas las propuestas se someterán a diálogo, en el Pacto de Toledo y con los agentes sociales, no cejará en emprender reformas “urgentes y necesarias”, como las definió Pajín.

Dirigentes de la ejecutiva apuntaron a este diario que Zapatero estuvo “brillante” y logró cerrar filas. Sí se reclamó al presidente más información, más coordinación y que explique sus propuestas “con más claridad”. La número tres, de hecho, admitió que si se ha generado “confusión”, el Gobierno “tomará nota”.

Otros miembros de la cúpula aconsejaron al presidente recuperar su “imagen social”, para no perder a su electorado de izquierdas. En todo caso, no se habló de encuestas y se coincidió en que para las elecciones generales aún queda mucho. El PP no ha ganado, ni mucho menos, concluyeron.

El presidente manchego, José María Barreda, pidió perdón por haber desgastado involuntariamente al Ejecutivo. Se sentía “incómodo” con la reacción provocada la semana pasada, cuando apremió a Zapatero a acometer cambios en su Gabinete y reducir ministerios. 'El presidente no estuvo nada tirante con él', describía una responsable de la cúpula.