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Zapatero plantea "dos o tres años" de reformas

El presidente quiere remitir al Parlamento antes de acabar 2010 el proyecto de ley que afectará a las pensiones. Ha creado un grupo de trabajo para revisar las políticas activas de empleo

GONZALO LÓPEZ ALBA

'Los sacrificios de hoy son la puerta al bienestar de mañana', pero para que España pueda cruzar esa puerta, 'necesitamos dos o tres años de reformas y de aplicación de esas reformas'. Este es el planteamiento de fondo que guía toda la acción del Gobierno, según explicó José Luis Rodríguez Zapatero.

El enunciado tiene la melodía de la campaña electoral de un presidente que aspira a la reelección, pero corresponde a parte de la conferencia coloquio con la que Zapatero empezó la agenda de su primera visita oficial a Japón, en el club nacional de prensa de este país. Y después, en una conversación informal con los periodistas españoles que cubren su viaje, se mostró confiado en las posibilidades de alcanzar un acuerdo con el PNV que garantice la aprobación de los Presupuestos para 2011, sin la cual se abriría el escenario de un adelanto electoral.

La negociación con el PNV no se limitará sólo a los Presupuestos

Zapatero aseguró que, por el momento, su única intervención en esta negociación fue telefonear poco antes de comenzar su minigira asiática al presidente del PNV, Íñigo Urkullu, para poner en marcha el proceso. El presidente quiere contar con el apoyo de los nacionalistas vascos no sólo para aprobar los Presupuestos, sino también para otras iniciativas económicas que se propone llevar al Parlamento en los próximos meses.

Así, confirmó su intención de remitir al Parlamento 'antes de fin de año' un proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones, con un progresivo incremento de la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años y un refuerzo de la vertiente contributiva del sistema, que podría hacerse ampliando el periodo de cotización para el cómputo final.

La redacción está a la espera del informe de la Comisión del Pacto de Toledo, que se prevé para octubre o noviembre. Este documento será genérico, pero apuntará 'las líneas claves' para la reforma que propondrá el Gobierno. Zapatero quiere que el consenso político incorpore al PP, ya que se trata de un cambio 'para 20 o 25 años', de modo que 'al país y al sistema le interesa que esté' en el acuerdo el principal partido de la oposición.

El presidente ve 'lógico' el consenso con el PP sobre las pensiones

El Gobierno también tiene previsto plantear una revisión de las políticas activas de empleo y formación, para lo que se ha constituido un grupo interno de trabajo que está analizando los modelos de otros países, con Dinamarca como una de las referencias principales.

A estas dos iniciativas se suman las reformas contenidas en la ley de economía sostenible, que tendrá una tramitación casi paralela a la de los Presupuestos, configurando un conjunto de reformar económicas que, a juicio del Gobierno, abrirán un amplio campo para la negociación parlamentaria. En cuanto a los sindicatos, aunque el entendimiento no sea posible sobre reforma laboral ni pensiones, Zapatero dijo que mantendrá la búsqueda del consenso social como una de sus pautas de actuación. 'Al día siguiente de la huelga general, seguiremos con la misma actitud de diálogo', aseguró.

Zapatero asegura que el diálogo social seguirá tras la huelga

Pero si no renuncia a la búsqueda del pacto social, tampoco renunciará a las reformas. 'Un Gobierno responsable tiene que tomar decisiones, aunque sean difíciles y duras. Lo hemos hecho y lo seguiré haciendo si es necesario porque está en juego el futuro de nuestro país', enfatizó.

Durante el coloquio que siguió a su conferencia, los periodistas japoneses pusieron de relieve las incógnitas que pesan sobre la economía española, hasta el extremo de que Zapatero se vio obligado a aclarar que el Fondo Monetario Internacional no ha tenido que acudir en auxilio de España. El presidente destacó que el ritmo del ajuste está siendo más rápido que en crisis anteriores y que en otros países, si bien reconoció que, con carácter mundial, 'la recuperación sigue estando sujeta a incertidumbres'.

La prioridad en España es, según destacó, dilucidar 'si somos capaces de reducir el desempleo'. Alertó en este sentido de que 'tenemos por delante dos años de crecimiento débil', en el que serán claves las exportaciones. Y esta es la razón de fondo de su minigira asiática, en la que intenta explicar 'la realidad' de la economía española, atraer inversiones y abrir nuevos mercados.

Justifica su viaje por Asia en que la clave del futuro es la exportación

Las aclaraciones de Zapatero sobre la situación de la economía se unieron a la ola de optimismo que surcó los mercados financieros, informa Pilar Blázquez. El efecto fue especialmente positivo en la percepción del riesgo país español que registró la mayor caída desde la emisión de deuda pública del pasado 17 de agosto. El principal indicador de este registro, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán (considerado como la inversión más segura) cayó más de 12 puntos, hasta los 180,9 puntos básicos, desde los más de 193 que había marcado el martes.

La percepción del riesgo también bajó en el resto países periféricos de la zona del euro. Los inversores internacionales se encontraron a su vuelta de vacaciones con los buenos datos de evolución industrial de China y EEUU durante julio. Esto viene a desmontar en parte la tesis de que la economía mundial podría volver a caer en recesión.

A pesar de esta recuperación, la percepción del riesgo país español todavía está lejos del nivel que tenía antes de los ataques especulativos de principios de año, cerca de los 80 puntos básicos. Incluso sigue lejos del nivel de los 100 puntos básicos que, según el Gobierno, sería el que marcaría con mayor precisión la diferencia entre la situación económica española y la de Alemania.

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