La agenda de trabajo de José Luis Rodríguez Zapatero en Nueva York incorporó ayer una entrevista con David M. Cote, el empresario al que Barack Obama encomendó presidir la comisión encargada de pensar iniciativas para sacar a Estados Unidos de la crisis económica.

Cote está considerado como una de las personalidades económicas más importantes de EEUU, valoración que llevó a Obama a elegirle para presidir la Comisión Nacional para la Responsabilidad Fiscal y las Reformas, en la que se integraron demócratas y republicanos. Ex vicepresidente de General Electric, en la actualidad preside la multinacional Honeywell, especializada en logística.

La conversación, que se celebró en el hotel donde se aloja Zapatero durante unos cuarenta y cinco minutos, se centró en el análisis y evaluación de las iniciativas contra la crisis adoptadas en EEUU y en España.

Esta entrevista, que no figuraba en el programa oficial de actividades del presidente del Gobierno en Nueva York, ha sido el anticipo de la ofensiva de diplomacia económica que el presidente del Gobierno desplegará hoy en EEUU, en la segunda y última jornada de su desplazamiento con motivo de la Reunión de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se celebra en Naciones Unidas.

El presidente del Gobierno protagonizará hoy un desayuno de trabajo con inversores americanos en España y pronunciará una conferencia, también de carácter económico, en la Universidad de Columbia. Además, se reunirá con los miembros del consejo editorial del ‘Wall Street Journal' y participará en el influyente programa económico que presenta en la cadena CNBC María Bartiromo, apodada 'Money honey', la ‘muñequita del dinero', por su predicamento en el mundo financiero estadounidense.

Ayer, además de la entrevista con el rey de Marruecos, Mohamed VI, Zapatero se reunió también con los presidentes de Israel, Simon Peres, y de Bolivia, Evo Morales.

Peres le puso al corriente del nuevo proceso de negociación entablado entre Israel y Palestina, cuyo desarrollo se lleva con la máxima discreción.