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Asesinado al principio de la guerra por falangistas, que eran quienes ejercían la represión junto con la Guardia Civil en Egea de los Caballeros. No era un destacado dirigente socialista, pero había votado a la izquierda, trabajaba en el Ayuntamiento y fue conminado a delatar al alcalde, a decir dónde se encontraba. Miguel no dijo nada, bien porque no lo sabía o porque no quiso y le molieron a palos, lo destrozaron y posteriormente lo lanzaron escaleras abajo, versión dada a la familia por testigos. Uno de tantos inocentes muertos por el régimen franquista.El cuerpo de Miguel Sarria y el lugar de enterramiento era desconocido, hasta que la gestión de un alcalde socialista dio con la fosa común, pero al haber sido cubiertos los cuerpos con cal viva no pudieron ser extraídos individualmente, se les enterró juntos y se construyó un monumento en su memoria con los nombres de todos.