Público
Público

Washington aprieta más las clavijas

EEUU impone duras sanciones contra el Ejército iraní

ISABEL PIQUER

En un gesto sin precedentes, Estados Unidos impuso ayer sanciones económicas unilaterales contra Teherán y las dos organizaciones militares más cercanas al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

Washington acusa a la Guardia Revolucionaria y la división de élite Quds de participar en la proliferación de armas de destrucción masiva y respaldar el terrorismo.

Las medidas, anunciadas por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, son las más severas impuestas contra Irán por Washington desde la crisis de los rehenes estadounidenses en 1979.

Frustración en Washington

Es la primera vez que EEUU sanciona al Ejército de un país. Con este gesto, Washington manifiesta su creciente frustración ante el estancamiento de las negociaciones nucleares con Irán, debido en parte a las abismales divergencias tácticas con China y Rusia, sobre todo después de la reciente visita de su presidente, Vladimir Putin a Teherán.

'Desafortunadamente el Gobierno iraní sigue despreciando nuestra oferta de negociación abierta', subrayó Rice, 'en su lugar, amenaza la paz y la seguridad, con su programa nuclear, la producción y exportación de misiles balísticos y el apoyo a grupos chiíes en Irak, a los talibanes en Afganistán, a Hizbulá en Líbano y a Hamás en Gaza'.

Las sanciones apuntan directamente al presidente iraní. La Guardia Revolucionaria, con sus 125.000 soldados, es mucho más que la principal fuerza del Ejército. Desde la llegada al poder de Ahmadineyad sus actividades se han extendido a toda la economía del país.

Posee empresas de construcción y plantas farmacéuticas y dirige desde periódicos hasta campos petrolíferos. La fuerza Quds (Jerusalén en árabe), con 15.000 miembros, es su brazo armado en el extranjero.

El objetivo de Washington es convertir al aparato militar-industrial de Teherán en un paria internacional y congelar los haberes que pueda tener en EEUU. Las sanciones se extienden también a más de 20 entidades financieras iraníes, incluidos tres de sus principales bancos, Melli, Mellat y Saderat, acusados de financiar grupos terroristas en Irak, Afganistán y el resto de Oriente Próximo.

'Muchos bancos en todo el mundo han decidido, por prudencia e integridad, que es demasiado arriesgado hacer negocio con los iraníes', dijo el secretario Paulson y añadió: 'Es muy sencillo, las instituciones respetables no quieren ser los banqueros de este peligroso régimen '. Pero el Departamento de Estado quiso matizar que el anuncio no era el preludio de una guerra. 'No prevemos el uso de la fuerza de ninguna manera', aclaró.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional