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Blair ficha por la banca

El ex primer ministro británico sigue el ejemplo de muchos mandatarios y se asegura un puesto de asesor de JP Morgan por un millón de dólares al año.

LOURDES GÓMEZ

Medio año después de desalojar Downing Street, Tony Blair ha decidido pasarse al sector privado. El ex primer ministro británico ha fichado por JP Morgan, uno de los bancos más antiguos, más ricos y más respetados de Wall Street, donde trabajará a tiempo parcial por un sueldo estimado en un millón de dólares anuales.

Según él mismo adelantó ayer al diario Financial Times, Blair se ha marcado como objetivo negociar “un puñado” de nombramientos similares con empresas de otros sectores comerciales.

'Siempre me ha interesado el comercio y el impacto de la globalización. En el momento actual, la intersección entre política y economía en diferentes partes del mundo, incluidos los mercados emergentes, es muy fuerte”, dijo en declaraciones al reputado diario financiero.

En JPMorgan, el ex líder laborista ejercerá como asesor en política y estrategia, además de asistir en reuniones con los clientes de la entidad estadounidense. De acuerdo con el rotativo londinense, el fichaje de Blair se condujo a través de Robert Barnett, el abogado de Washington que también negoció un adelanto de 5 millones de libras (unos siete millones de euros) por las memorias que Blair aún ha de publicar.

Blair amplía sus perspectivas laborales sin renunciar a su papel como embajador especial en Oriente Medio, un trabajo no remunerado. En su conversación con el Financial Times, el ex premier británico adelanta su intención de lanzar, este año, una fundación dedicada a promover el diálogo entre las diferentes religiones del mundo.

El cambio climático es otro de los grandes temas en los que quiere involucrarse en el futuro.  El sector privado no ha estado en la mira de los anteriores dirigentes laboristas, como Jim Gallaghan y Harold Wilson.

Blair, en cambio, se lanza por una senda tradicionalmente abonada por los conservadores. Y, en concreto, por su más directo rival político, el conservador John Major, a quien arrebató el Gobierno en 1997. Sir John aceptó la presidencia europea del grupo financiero Carlyle y la dirección de una empresa automovilística, Mayflower. Anteriores líderes tories, como Margaret Thatcher y Edward Heath, también cobraron buenos salarios de multinacionales extranjeras.

Al dimitir como primer ministro, en junio de 2006, Blair entró en el lucrativo circuito de las conferencias. Se dice que cobró medio millón de dólares por dar una charla en China y honorarios algo inferiores por discursos en Estados Unidos.

En los últimos meses se ha distanciado de la política británica porque, según sus allegados, no quiere hacer la sombra ni entrometerse con la labor de su sucesor, el menos carismático Gordon Brown. Pero aún no ha renunciado a jugar un papel relevante en la esfera internacional, ya sea en el conflicto de Oriente Medio o en el ámbito de las finanzas globales.

Pagar la hipoteca

Blair tiene una familia joven que mantener. Probablemente también debe afrontar una sustancial hipoteca por la lujosa vivienda londinense, donde padres e hijos se trasladaron al salir de Downing Street. Su mujer, Cherie Booth, contribuye a la economía familiar con su elevado salario como abogada de élite y, al igual que su marido, por los ingresos derivados de sus intervenciones públicas.


El ex canciller de Alemania consternó a todo el mundo al anunciar su fichaje por el gigante de energía ruso Gazprom, a pocas semanas de dejar el cargo. El socialdemócrata preside el consejo de vigilancia de la sucursal que está construyendo un gran gaseoducto en el mar báltico que conecta Rusia directamente con Alemania. Lo escandaloso del asunto es el hecho de que Schröder había negociado este proyecto con su homólogo Putín poco antes de salir del Gobierno. El ex canciller, que también está en nómina de un banco privado, se ha convertido en el máximo defensor de Putín frente a las críticas de su sucesora, Angela Merkel.

Al igual que Schröder, el ex presidente del Gobierno no tardó mucho en pasarse al sector privado. Nada más abandonar la Moncloa fundó una empresa familiar para gestionar los ingresos del matrimonio Aznar-Botella. Su fichaje por News Corp, el grupo de medios de Rupert Murdoch, provocó polémica. Antes de ser nombrado consejero del grupo, Aznar ya cobraba 10.000 euros mensuales como asesor, algo que no había comunicado al Consejo del Estado. Como consejero, el ex mandatario recibió 133.000 euros en 2006. Aznar trabaja además con grupos financieros como el fondo de capital Centaurus y Virginia JER Partners.

Al anunciar su marcha del Fondo Monetario Internacional, el ex ministro de Economía del Gobierno Aznar había creado expectativas sobre una posible vuelta a la política nacional. Tras semanas de incertidumbre, Rato optó por un cargo en el banco de inversión Lazard. Rato será managing director (curiosamente, el mismo cargo que ostentaba en el Fondo Monetario Internacional) y debe aportar sus conocimientos en el terreno macroeconómico y a 'abrir puertas' en el mundo político y empresarial. El sueldo de Rato es confidencial, pero, según fuentes, no andará lejos de los cuatro millones de dólares anuales (2,7 millones de euros).


La forma más convencional de rentabilizar la experiencia adquirida en el poder es contárselo al gran público en forma de autobiografías, o bien a un público más selecto en el circuito de las conferencias. Un líder como Blair puede cobrar hasta medio millón de dólares por evento.

Las grandes empresas, especialmente en el sector financiero, buscan el prestigio y los contactos de los políticos. El antecesor de Blair, John Major o la ex secretaria de Estado Madeleine Albright ficharon por empresas financieras. Es menos frecuente el trasvase en sentido contrario, como en el caso del secretario del Tesoro de EEUU, Hank Paulson, quien era presidente de Goldman Sachs.

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