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60 muertos en un día en Irak

Pánico en la Zona Verde por la explosión de morteros al amanecer y por la noche

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Con menos de 20 horas de diferencia, la blindada Zona Verde de Bagdad -los diez kilómetros cuadrados más protegidos de la capital iraquí- fue atacada ayer por oleadas de morteros que sembraron el pánico entre los residentes. Esta vez, no hubo víctimas mortales, pero el bombardeo coincide con un aumento de la violencia en Irak. En tan sólo unas horas murieron 56 personas en el país y más de un centenar resultaron heridas en 17 ataques.

Bagdad volvió a ser el blanco favorito de la insurgencia. Cohetes katyusha dirigidos a la Zona Verde causaron la muerte de cinco iraquíes e hirieron a otros once en dos barrios colindantes al complejo donde están el Gobierno iraquí y la embajada de EEUU.
Un coche-bomba mató a seis personas que esperaban en una gasolinera del noroeste de la ciudad. En el barrio meridional de Zaafariniya, varios pistoleros abrieron fuego indiscriminadamente contra transeúntes, matando a siete.

Burlar la seguridad

'He oído que mi hermano ha muerto. Sólo quiero saber cómo los terroristas han logrado atravesar todos los puntos de control para llegar hasta aquí', declaró a Reuters el residente Abu Mohamed en el escenario de la masacre, donde aún podían verse casquillos de bala y restos de sangre por el suelo.

El peor ataque registrado fuera de Bagdad tuvo lugar en Mosul, considerada el último bastión urbano de Al Qaeda en Irak. Un suicida logró atravesar las fuertes medidas de seguridad de una base del Ejército iraquí y mató a 15 soldados e hirió a 42 al explotar el camión que conducía.
Además, el Ministerio del Interior iraquí anunció la muerte de 12 civiles en un bombardeo estadoundense en la provincia de Diyala. Especificó que entre las víctimas había mujeres y niños. El Ejército desmintió la información y dijo que los asesinados eran miembros de una red terrorista. 'Seis de los terroristas habían afeitado sus cuerpos, uno de los últimos pasos antes de una operación suicida', declaró a la prensa el comandante Winfield Danielson.

Seguridad frágil

Según el recuento de víctimas mortales, la violencia ha disminuido en Irak un 60% respecto a 2007. Pero la tendencia ha empezado a invertirse y marzo es ya el mes con mayor número de muertos desde octubre del año pasado. Pese a los discursos triunfalistas de la Administración Bush en el quinto aniversario del inicio de la guerra, varios militares y analistas han advertido que la mejora de la seguridad es frágil y reversible.

Los ciudadanos de Bagdad tampoco se muestran convencidos de unos avances que han mejorado poco sus precarias condiciones
de vida. El suministro de luz y agua aún es interrumpido varias veces al día y la ciudad ha sufrido cambios dolorosos, como explica Ali Marzook en ElectronicIraq: 'El centro de la ciudad ahora está rodeado de muros de cemento, parece una cárcel. La mayoría de iraquíes están exhaustos. Esperan la muerte en cualquier momento, en cualquier esquina.' 

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