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Irán amenaza con sabotear el tráfico marítimo de petróleo

El régimen asegura disponer de nuevos misiles con los que cerrar la salida del Golfo Pérsico

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Irán dio ayer una nueva vuelta de tuerca a la tensión nuclear: “La Guardia Revolucionaria ha probado recientemente un arma naval con un rango de 300 kilómetros, con la que ningún barco estará a salvo [en el Estrecho de Ormuz] y será enviado a las profundidades”, aseguró Mohammad Ali Jafari, comandante en jefe de la Guardia.

Aunque no detalló los avances militares de Irán (sólo precisó que este arma es de construcción propia), lanzó la amenaza de cerrar la única salida al Océano Índico que tiene el Golfo Pérsico y por donde pasa el 40% del comercio marítimo mundial de petróleo. “Tenemos la posibilidad de cerrar el Estrecho de Ormuz fácilmente y de forma ilimitada en caso de ser atacado [...] no tenemos limitaciones desde el punto de vista temporal”, amenazó Jafari en una rueda de prensa.

Falta de acuerdo

La advertencia coincidió con la llamada que realizó el representante del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), Javier Solana, al negociador nuclear iraní, Saeed Jalili, para intentar conseguir que el Gobierno de Teherán acepte el paquete de incentivos propuesto por las principales potencias mundiales a cambio de la paralización del programa iraní de enriquecimiento de uranio. Sin embargo, la propia oficina de Solana reconoce que la conversación no fue “concluyente”.

El grupo dio a Teherán un plazo informal de dos semanas a partir del 19 de julio (fecha de la reunión de Ginebra) para que aceptase o rechazase la propuesta. Ayer, Jalili insistió en la decisión ya declarada el pasado sábado por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, de rechazar los plazos concretos en el marco de las negociaciones y del paquete de incentivos.

Más sanciones

Pero los seis países no han esperado a recibir la respuesta definitiva. Estados Unidos aseguró ayer que, de no recibir una respuesta afirmativa de Teherán, aplicarán nuevas sanciones contra el régimen de Ahmadineyad, según explicó un portavoz del Departamento de Estado, Gonzalo Gallegos. En la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Reino Unido tardó poco tiempo en secundar la advertencia de Washington.

Desde 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado un total de tres paquetes de sanciones contra Irán por su negativa a suspender el programa de enriquecimiento de uranio. Rusia, país que evitó que el plazo de dos semanas fuera oficial, y China eran los más reacios a la aprobación de sanciones contra Irán, pero finalmente aceptaron votar a favor de las tres resoluciones.

El programa nuclear iraní

La suspensión del programa de enriquecimiento es la condición previa impuesta antes de la apertura de cualquier negociación formal sobre el programa nuclear iraní y los posibles incentivos que podrían ofertar las potencias mundiales. Estados Unidos y sus aliados temen que el régimen de Irán pretenda construir armamento nuclear, aspiración que Teherán niega. La República Islámica asegura que su programa tiene únicamente fines pacíficos para la generación de energía eléctrica.

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