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Zapatero busca el apoyo latino

España cuenta con el respaldo de los gobiernos iberoamericanos para estar presente en la reunión financiera de Washington. La crisis centra la Cumbre de El Salvador

ANA PARDO DE VERA

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aterrizó en el aeropuerto de San Salvador minutos antes de que lo hiciera el rey procedente de Perú. Ambos llegaron dispuestos a explicar durante tres jornadas y con todo lujo de detalles a los jefes de Estado y de Gobierno latinoamericanos los motivos por los que España como parte de Iberoamérica, de la Unión Europea (UE) y principal nexo entre ambas- tiene que estar en la cumbre anticrisis de Washington el 15 de noviembre.

Rodríguez Zapatero y Juan Carlos de Borbón saben que es precisamente en el centro y el sur del otro lado del Atlántico donde el apoyo es más rotundo para España. Por eso, el Gobierno español se reafirma en el argumento central de la petición de silla en la cumbre internacional anticrisis: no queremos estar por capricho, sino porque lo merecemos.

La mayoría de los gobiernos de la región apoyan las pretensiones de España, el primer inversor en América Latina, aunque en círculos diplomáticos se cree que Rodríguez Zapatero se precipitó al exigir estar presente en la capital estadounidense.

El miércoles llegó un apoyo clave, el del anfitrión de la cumbre, el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca. El mandatario manifestó un deseo que ha ido dejándose caer en Moncloa vía telefónica y en días pasados desde distintos rincones de Iberoamérica: que sea España quien traslade a la cita de Washington las conclusiones de la XVIII Cumbre Iberoamericana sobre la crisis financiera que ahoga al mundo.

Aunque tanto Brasil presidente de turno del G-20, como México y Argentina van a estar en Washington, el mandatario salvadoreño cree que Zapatero es la persona idónea para defender los intereses de los países latinoamericanos.

Las palabras de Saca no han pasado desapercibidas para la delegación española, que aunque considera que no hay nada cerrado sobre el 15-N, salvo que 'habrá presencia española en Washington en el formato que sea', también es consciente de la estrecha relación del Gobierno de El Salvador con la Casa Blanca.

El propio George Bush, en el último encuentro que tuvo a finales de septiembre pasado en Nueva York con el presidente de El Salvador, que ha visitado la Casa Blanca en, al menos, dos ocasiones, lo calificó de 'amigo, líder fuerte y valiente'.

El Ejecutivo de San Salvador fue de los primeros países en dar su apoyo a Estados Unidos por la guerra de Irak y ha seguido a rajatabla y en la medida de sus posibilidades los postulados económicos de libre mercado de EEUU.

En el transcurso de la Cumbre, Zapatero y el rey tienen previsto reunirse, asimismo, con los países latinoamericanos pertenecientes al G-20 (Brasil, México y Argentina) y durante la reunión 'franca y profunda' a puerta cerrada y sin la presencia de los ministros de Asuntos Exteriores que aborde la crisis financiera, exponer los puntos que obligan al G-20 a ser, por lo menos, G-21 por un día.

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