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Nuevos disturbios empañan el entierro del joven asesinado en la capital griega

A escasos metros del cementerio donde recibía sepultura Alexander Grigoropulos, cientos de estudiantes volvían a arrojar objetos contra coches, tiendas e incendiar contenedores

NINETTA VIDALI

 

 

El funeral del joven de 15 años, cuya muerte a manos de la Policía ha indignado a la juventud griega , terminó ayer con nuevos enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes de orden público. Unas 2.000 personas acudieron al entierro de Alexandros Grigoropulos en las afueras de Atenas.

Tras la ceremonia, pequeños grupos volvieron a enzarzarse con los policías, que respondieron con tiros al aire y gases lacrimógenos. A la mayoría de los asistentes les sorprendió el despliegue de los agentes en los alrededores del cementerio. Los residentes del barrio de Paleo Faliro se quejaron de que los policías habían brillado por su ausencia los días anteriores cuando se habían producido saqueos. Las batallas callejeras entre varios grupos de jóvenes y la Policía duraron hasta bien entrada la noche en este barrio y cerca de la Universidad Politécnica de Atenas.

La muerte de Grigoropulos, que fue abatido por un policía en circunstancias aún confusas, ha despertado una indignación sin par entre los griegos, hartos de los frecuentes abusos de las fuerzas de orden. El agente que disparó al chico ha sido acusado de homicidio y el caso se está investigando.

De nuevo ayer, hubo graves disturbios frente al Parlamento nacional que estaba rodeado por agentes antidisturbios. '¡Que arda el Parlamento!', coreaban los grupos de jóvenes manifestantes mientras tiraban piedras a la Policía.

En otros lugares de la ciudad, miles de estudiantes, algunos acompañados por sus padres, protestaron por la muerte del joven de 15 años.

En las principales plazas y arterias de la capital las tiendas seguían cerradas, después de tres días de violencia. Según el alcalde de la capital helena, unos 350 comercios y 160 sucursales bancarias han quedado dañados en plena temporada navideña. En la capital se han desplegado unos 15.000 policías. De momento, se ha detenido unas 200 personas, según la agencia Reuters. También en Salónica, Patras y la isla de Creta se registraron enfrentamientos.

La oposición exigió ayer la convocatoria de elecciones anticipadas, pero el gobierno conservador de Costas Karamanlis, muy debilitado por los disturbios, se negó.

Karamanlis se reunió ayer con el presidente del país, Carolos Papulias, y los líderes de la oposición y volvió a hacer un llamamiento a la calma. 'Nadie tiene derecho a utilizar este suceso trágico como una excusa para las acciones de violencia contra ciudadanos inocentes y sus bienes y contra la Policía y la democracia', dijo el primer ministro que ha sido criticado incluso por miembros de su partido por la mala gestión de la crisis.

Hoy se teme otra jornada caótica. Los principales sindicatos han convocado una huelga, acompañada de diversos actos en Atenas. El paró había sido convocado hace un mes para reivindicar una mejora salarial y en protesta contra la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno de Karamanlis. El primer ministro pidió en vano a los sindicatos que cancelaran las manifestaciones ante la gravedad de la situación. La huelga podría paralizar el país y afectar también a las comunicaciones aéreas.

En Barcelona, unos 50 estudiantes griegos se manifestaron ayer por la muerte de Grigoropulos, en una marcha que partió del antiguo consulado heleno en la Diagonal.

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