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Los salvadoreños llevan a la izquierda al poder

El candidato presidencial del FMLN, Mauricio Funes, obtiene el 51% de los votos

SERGIO RODRÍGUEZ

La noche fue larga. Cientos de miles de simpatizantes del FMLN ocuparon las calles de todo el país. La capital, San Salvador, enloquecía a medida que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunciaba el triunfo del candidato izquierdista, Mauricio Funes, en las elecciones presidenciales.

Todo envuelto en un halo de incredulidad general. De hecho, ninguna cadena de televisión se atrevió a difundir la derrota del candidato del partido derechista Arena, el ex policía Rodrigo Ávila, hasta cuarenta minutos después del anuncio oficial del resultado. Finalmente lo hicieron y las calles de la capital del país explotaron de alegría.

El derechista Rodrigo Ávila tardó varias horas en admitir su derrota

Para evitar problemas, aquellos lugares que fueron denunciados por inducir el voto a favor de la derecha o acusados de retener el documento de identidad de sus empleados, cerraron sus puertas. El Hotel Intercontinental fue sellado. Pero nada ocurrió.

La incógnita era saber cuándo y bajo qué condiciones, Ávila reconocería su escueta derrota. Finalmente lo hizo sofocado, al filo de la medianoche y con la cara congestionada por la decepción. Sus palabras no fueron balas contra el ganador . 'Quiero reconocerle a Mauricio Funes del FMLN que en esta lucha cerrada el margen de diferencia le ha dado la ventaja y le pido a Dios, le he pedido a Dios, que así como le ha dado sabiduría al pueblo salvadoreño se la dé también a su partido', dijo. A su alrededor, seguidores de Arena coreaban: 'Patria sí, comunismo no'. Pero la victoria del FMLN, aunque ajustada, fue incuestionable. El 51,27 % del electorado votó a Funes. El derrotado se quedó en el 48,73 %.

Un viejo militante del FMLN sonreía: 'Desde hace mucho que no se veía tanta gente en las calles'. El Redondel Masferrer, la zona rica de una paupérrima San Salvador, fue tomado ayer por una marea roja. Una mujer recriminaba a Funes que en su discurso victorioso no haya mencionado a los caídos del FMLN ni a los excombatientes de la guerra civil que asoló el país en los años 80.

El vencedor recibió la felicitación de líderes como Chávez y Zapatero

Los discursos de Funes fueron conciliadores. Ni los anuncios incendiarios que esperaban los sectores más reaccionarios de la derecha salvadoreña, ni las propuestas económicas revolucionarias que deseaban los más radicales de izquierda. Habló para todos. Para los votantes históricos del FMLN y para aquellos que han ido acercándose a la figura mediática de su carismático líder.

Gonzalo, camisa roja con las siglas de la antigua guerrilla, era categórico a la hora de referirse al futuro. 'Habrá que esperar a ver si este Gobierno cumple las expectativas que el pueblo tiene puestas en él, que no sea un cambio de cocinera para seguir guisando lo mismo', subrayaba.

Funes comenzó ayer a coleccionar felicitaciones. A las esperadas de Hugo Chávez y Correa se unieron Clinton y José Luis Rodríguez Zapatero.

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