Público
Público

La muerte de un bebé desata una intensa polémica en el Reino Unido

Un tribunal ordenó retirar la ventilación mecánica al niño pese a la oposición de sus padres

DANIEL DEL PINO

'Murió en paz. Lo echaremos muchísimo de menos y nos gustaría decir que estamos orgullosos de haber conocido a nuestro precioso hijo durante su corta vida'. Son las palabras de unos padres británicos que han luchado contra viento y marea por mantener a su recién nacido con vida a pesar de sufrir una extraña enfermedad que lo tenía enchufado a una máquina a la espera de una resolución judicial.

El niño, de tan sólo nueve meses, padecía desorden del metabolismo y serias lesiones cerebrales y respiratorias. Murió ayer cerca de las 10 de la mañana cuando los médicos pusieron fin al tratamiento.

El pasado viernes, después de diez días de vistas orales y las correspondientes alegaciones, el Alto Tribunal Británico decidió terminar con el deseo de los padres de mantenerlo con la respiración y la alimentación asistida.

Un informe del hospital en el que estaba ingresado fue definitivo al describir 'el dolor insoportable' que el tratamiento le hacía pasar y la ausencia absoluta de 'perspectivas de recuperación'.

El pequeño, los padres y el hospital permanecían ayer en el anonimato por respeto. En un comunicado, la 'familia T', como han sido denominados, expresaba su aflicción, a la vez que explicaron que tanto ellos como la plantilla del hospital veían que en algunas ocasiones el bebé 'experimentaba placer y largos periodos totalmente relajado y sin dolor'. 'Nuestra creencia en su humanidad y en su valor justifica el que hayamos hecho todo lo posible para mantenerlo con vida', dijeron.

El viernes permanecieron fuera del juzgado esperando a la resolución del caso y fue su abogado el que les comunicó la decisión. Pese a que los doctores insistían desde diciembre en cortar el sufrimiento del bebé, los padres insistieron ayer en que, aunque no compartían la visión de los médicos, eran conscientes del esfuerzo tan grande que había supuesto para el hospital y los enfermeros 'el cuidarlo y mantenerlo con vida en esta dura batalla'.

Uno de los jueces encargados del caso dijo al abogado de la familia que le habría gustado comunicarles la decisión del Tribunal en persona y que les transmitía su profundo 'respeto y admiración' al mismo tiempo que era consciente de que no podía 'mantenerse al margen de las consecuencias de su decisión'.

Desde 2004 ha habido seis casos similares en Reino Unido en los que los tribunales ha tenido que decidir entre los deseos de la familia y los informes de los médicos. El más reciente fue en noviembre del año pasado, cuando un tribunal de Gales decidió cortar la asistencia sanitaria a una niña de seis años con una enfermedad cerebral que la mantenía completamente paralizada.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional