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Tercer diputado suspendido en Reino Unido por el escándalo de los gastos parlamentarios

Se trata del laborista David Chaytor, que solicitó casi 13.000 libras del erario para una hipoteca que ya había pagado

EFE

Un segundo diputado del gubernamental Partido Laborista británico fue este sábado suspendido del grupo parlamentario de su formación en relación con el escándalo del abuso de dinero público por miembros del Parlamento del Reino Unido para sus gastos.

David Chaytor, cuya suspensión fue anunciada por Downing Street (residencia oficial del primer ministro, Gordon Brown), fue objeto de la medida después de que el diario The Daily Telegraph publicara que solicitó casi 13.000 libras (14.500 euros) del erario para una hipoteca que ya había pagado.

En unas declaraciones divulgadas por el periódico, que destapó el escándalo el pasado día 8, Chaytor, que ha prometido devolver el dinero, admitió un 'error imperdonable' de su contabilidad por el que se disculpó 'sin reservas'.

No obstante, la suspensión del diputado, que representa a la circunscripción electoral de Bury North (norte de Inglaterra), queda pendiente del resultado de una investigación para aclarar si abusó del dinero que tiene asignado como parlamentario.

El pasado jueves, el diputado laborista Elliot Morley, ex secretario de Estado de Agricultura, fue suspendido del Grupo Parlamentario Laborista tras admitir que pidió 16.000 libras (17.760 euros) a cargo del erario para una hipoteca que ya había liquidado.

Este viernes, el subsecretario de Estado de Justicia Shahid Malik dimitió de ese cargo mientras se resuelve otra pesquisa sobre sus supuestas irregularidades en el cobro de dinero del contribuyente.

Entretanto, la Policía Metropolitana de Londres y la Fiscalía del Estado (Crown Prosecution Service, CPS) tienen previsto reunirse la próxima semana para discutir si procede abrir una investigación de las alegaciones vertidas por el Daily Telegraph.

Ambas partes anunciaron la iniciativa después de una semana llena de rumores sobre las dudas acerca de si los abusos de los diputados, moralmente cuestionables, podrían transgredir también la legalidad.

Según la cadena pública británica BBC, la Policía y el CPS tomaron la decisión tras recibir quejas ciudadanas.

El escándalo ha golpeado a todos los partidos, pero especialmente al Partido Laborista, al que una encuesta pronosticaba este viernes una dura derrota en las urnas.

El apoyo al partido de Gordon Brown ha caído a un 22%, frente al 41% del que gozan los conservadores y el 21% de los liberal-demócratas, que pisan ya los talones a los laboristas, según un sondeo publicado en el diario The Sun.

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