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Brown se niega a adelantar las elecciones pese a los escándalos

El líder dela oposición, David Cameron, cree que sólo esa medida puede restaurar la confianza de los ciudadanos en los políticos

DANIEL DEL PINO

Sólo un día después de la revolución en el Parlamento británico que cambiará su centenario sistema de autogestión para poner coto a las abusivas cuentas de gastos de los diputados, sus señorías volvieron a las frases hechas y los golpes sucios de siempre.

El líder conservador, David Cameron, volvió ayer a exigir el adelanto de las elecciones para terminar de 'limpiar la reputación de los políticos'. Pero el primer ministro, Gordon Brown, le negó esa suerte para, según explicó, evitar hundir al Reino Unido en el 'caos' en plena recesióneconómica.

Lento, repetitivo y atenazado ante la insistencia de Cameron para que adelante las elecciones, sólo se le ocurrió decir que no lo hará porque 'los conservadores sembrarían el caos recortando el gasto público'. Sin darse cuenta, Brown reconocía de esta forma que no adelanta los comicios para evitar que los tories lleguen al poder. Cameron aprovechó el pase de gol. 'Ahí lo tenemos, la primera vez que reconoce que va a perder las elecciones', dijo ante el regocijo de los suyos.

Ni siquiera el golpe de efecto que dio el martes Brown al anunciar la creación de un organismo externo al Parlamento que regule las cuentas de gastos de los diputados para que los escándalos destapados por el diario The Daily Telegraph no se vuelvan a repetir, ha servido al primer ministropara despertar de su letargo.

'Usted lo llama caos, yo lo llamo cambio, ¿por qué no podemos tener elecciones?', insistió Cameron. Brown reculó y tiró de una de las frases que más ha repetido en los últimos días: 'No es necesario convocar las elecciones para recuperar la confianza porque los errores los han cometido los diputados de todos los partidos, lo que debemos cambiar es el sistema'.

Mientras, los laboristas anunciaron la creación de un comité para juzgar a los diputados de su partido que han sobrepasado los límites.

La sensación generalizada es que el cambio para recuperar la confianza del electorado 'afectará al sistema', como dijo Brown el martes por la tarde, pero no a las personas. Por la mañana, los laboristas anunciaron la creación de un comité que evaluará el comportamiento de sus diputados en el caso de las cuentas de gastos.

Brown dijo en una entrevista para la cadena GMTV que habrá muchos 'que tendrán que rendir cuentas y no podrán presentarse a la reelección'. Pero parece que hay excepciones. Hazel Blears, la ministra de Comunidades evitó el pago de 13.000 libras correspondientes a los impuestos sobre el capital al vender su segunda casa. Blears ya ha devuelto el dinero. A pesar de que el primer ministro calificó su comportamiento de 'intolerable' ha descartado sustituirla de su cargo.

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