Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han detenido a cuatro supuestos terroristas que conspiraban para atacar dos  sinagogas en el barrio neoyorquino del Bronx y derribar aviones militares en la base de la Guardia Nacional Aérea de Nueva York mediante misiles Stinger.

La operación se inició hace más de un año.

Todos los arrestados vivían en Newburgh, a unos 110 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York. Los cuatro sospechosos -tres estadounidenses y uno con ascendiente haitiano- fueron identificados como James Cromitie, David Williams, Onta Williams y Laguerre Payen. A todos se les imputará cargos vinculados al terrorismo ante un tribunal federal de la localidad de White Plains.

'Los acusados querían perpetrar una serie de ataques terroristas. Seleccionaron objetivos y se hicieron con el armamento necesario para llevar adelante sus planes', ha informado el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Lev Dassin, en una nota conjunta de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, el FBI y el Departamento de Policía neoyorquino.

Para el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, 'este intento de atacar nuestras libertades pone de manifiesto que las amenazas a la seguridad son lamentablemente muy reales'.

Según la cadena de televisión NBC, que citó fuentes locales de la policía, se trataría de una conspiración terrorista interna. Según esas fuentes, el grupo había sido infiltrado por la policía y no existía 'ninguna posibilidad' de que su complot pudiera tener éxito.

Cada uno de los detenidos está acusado por la posesión de armamento de destrucción masiva, un delito que está penado hasta con cadena perpetua.