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"Internet puede salvar las zonas agrícolas"

Está al frente de Desarrollo Rural de la UE, donde se lucha contra la pobreza rural desde el ámbito económico y medioambiental

S. H.

El español Pedro Tarno está al frente de los programas de Desarrollo Rural de la Unión Europea, donde se lucha contra la pobreza rural desde el ámbito económico y medioambiental. Tarno, de profesión ingeniero industrial, es director adjunto del área y responsable directo de la zona de Bélgica, Francia, Luxemburgo y Holanda. La UE tiene un presupuesto destinado al desarrollo socioeconómico y luego cada Estado miembro lo gestiona según sus necesidades.

¿Qué está haciendo la UE para combatir la pobreza en las zonas rurales?

Tenemos una serie de medidas dirigidas a los agricultores. Financiamos la modernización de sus granjas y les damos formación para que estén al día de las novedades. También ayudamos a que se creen microempresas y, en las zonas más desfavorecidas (como las de montaña), ofrecemos complementos económicos.

La UE no tiene una definición de pobreza y tampoco tienen estadísticas. ¿Cómo luchar contra un problema sin nombre ni datos?

Es muy complicado definir qué es un pobre en el ámbito rural. Para alguien puede ser pobre un hombre que viva en un pueblo pequeño sin infraestructuras, pero si se enterase el susodicho seguramente se sentiría muy ofendido porque él tiene para vivir a diario. Tenemos unos parámetros generales: baja densidad depoblación, falta de educación, lejanía geográfica, demografía envejecida y escasez de infraestructuras.

¿Se puede cuantificar la importancia de la pobreza rural en la UE?

Es muy significativa y hay que prestarle una atención especial, pues ocupan una parte muy importante de la UE desde la última ampliación.

¿La crisis puede influir en el destino de las ayudas para las zonas rurales?

El presupuesto, de 2007 a 2013, es de 90.000 millones de euros. Está apalabrado y no se toca. Luego, los Estados miembros presentan sus proyectos y nosotros repartimos el dinero. En este sentido, la crisis no va a mover nada. Las habas están contadas.

¿Cómo se puede evitar que la población agraria no envejezca?

Fomentando el relevo generacional, ayudando a la jubilación anticipada y a la instalación de jóvenes que empiezan como agricultores. Es importante empujar a los que tienen vocación de líder. Con las personas más dinámicas se pueden crear grupos de acción capaces de activar la zona.

Esos jóvenes, si no tienen expectativas, terminarán emigrando.

Para eso es necesario dotar de calidad de vida a los municipios pequeños. Aparte de las necesidades básicas, estos pueblos necesitan elementos atractivos para sus habitantes como, por ejemplo, un pabellón deportivo. Hay que crear servicios porque, si no, los jóvenes se van y no vuelven. Es necesario retener a la juventud en estas poblaciones.

¿Qué es imprescindible para que las zonas rurales no 'mueran'?

La instalación de Internet de banda ancha, sin duda. Tiene que llegar a todas partes y los ganaderos, por ejemplo, necesitan estar conectados para poder ser competitivos. Hay granjas que están ya totalmente informatizadas. Sin la banda ancha no puede funcionar una explotación agrícola o ganadera que pretenda ser una empresa.

¿Algo más aparte de las nuevas tecnologías?

El acceso a una sanidad de calidad, por supuesto. Hay que evitar en todo lo que se pueda los desplazamientos por motivos sanitarios. Y también es importante la existencia de centros de día para las personas más mayores.

¿Qué usos no agrícolas se le puede dar a las zonas rurales para evitar la despoblación?

Una iniciativa muy interesante que son las llamadas Social Farms (Granjas Sociales) a las que acuden los drogodependientes y los discapacitados a hacer terapia.

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