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Yukio Hatoyama, un viejo conocido que promete el cambio

El nuevo primer ministro nipón es cantante, informático, sabe inglés y se confiesa adicto a Internet

ANDREA RODÉS

Algunos le llaman ya el Obama de Asia. Hay un poco de verdad en este apodo para definir a Yukio Hatoyama, el hombre que ha conseguido convertirse en el nuevo primer ministro de Japón con sus promesas de llevar a cabo un 'cambio histórico' para su país, asegurando que pondrá por delante el bienestar de las personas y que acabará con el status quo establecido durante medio siglo de poder del Partido Liberal Demócrata (PLD).

Pero Hatoyama, de 62 años, no es un líder carismático que levante pasiones y él mismo representa parte del viejo status quo y el nepotismo de la élite política japonesa contra el que quiere luchar su partido.

Hatoyama es de una familia de políticos adinerada, en la que destaca la figura de su abuelo paterno, Ichiro, primer ministro japonés en los años 50 y uno de los fundadores del PLD. Su padre fue ministro de Exteriores bajo el mismo partido y el propio Hatoyama fue candidato del PLD en las elecciones parlamentarias de 1989. Cuatro años después, decidió abandonarlo para crear dos nuevos partidos y formar parte del primer Gobierno japonés no liderado por el PLD desde 1955, que apenas duró 11 meses.

Su madre proviene de una rica familia industrial y su mujer, Miyuki, es una actriz y escritora de moda retirada, dos detalles que acaban de encajar el elitista perfil del primer ministro electo, que además es doctorado por la Universidad de Stanford, en California.

'Su currículum académico y familiar es brillante, será el primer ministro mejor formado que hayamos tenido', dice a Público Hideaki Yamakawa, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Gakuin, y asesor económico del Gobierno japonés desde los setenta.

La sociedad nipona sigue dando una gran importancia a la educación y a las diferencias de clase y eso ha permitido que Hatoyama 'sea considerado intelectualmente superior a su rival', [el actual ministro del PLD, Taro Aso], concluye Yamakawa.

En sus inicios como candidato del PLD, Hatoyama se inspiraba en las ideas del filósofo y economista italiano Aurelio Peccei, que advertía de los efectos negativos del desarrollo económico para el ser humano y el medioambiente. Ahora, Hatoyama ha decidido convertir a las 'personas', en lugar del crecimiento económico, en las protagonistas de su política.

'Bajo el principio de fraternidad, no pondremos en marcha ninguna política que deje a merced de la globalización las áreas que afectan al ser humano y a su supervivencia, como la agricultura, el medio ambiente y la medicina', escribió Hatoyama en un artículo para el International Herald Tribune.

'Educación excelente, buen conocedor de EEUU, promete ayudas a las familias... podría compararse con Obama, sí', bromea Yamakawa. Aunque Hatoyama no goza de gran carisma ni popularidad, sí tiene fama su habilidad de consenso. Su gran reto es hacer realidad este cambio y satisfacer a millones de japoneses escépticos, que han votado a su partido como única opción para deshacerse del PLD

 escisión Sakigake (Pioneros) y tres años después fundó junto a un compañero el actual Partido Democrático (Minshuto).

Aunque nació en Tokio, Hatoyama se presentó a las elecciones de 1986 por una circunscripción de la isla de Hokkaido (norte de Japón), que representaba el diputado y amigo de su padre Saburo Saegusa. Con ésta será la octava legislatura en que será diputado por la Cámara Baja.

Casado y con un hijo, Hatoyama se distingue de la mayoría de políticos japoneses por su dominio del inglés. Además estudió informática, grabó un disco como cantante y es un apasionado de Internet.

Licenciado por la Universidad de Tokio en 1969, trabajó durante dos años como profesor agregado en la Universidad de Senshyu y residió más un lustro durante su juventud en Estados Unidos para doctorarse en la Universidad de Stanford.

A falta de tiempo para perderse por la red o salir a hacer deporte, este político disfruta viendo partidos de fútbol americano, tenis y béisbol por televisión.

También le gusta escuchar música y acudir a karaokes, una forma de diversión muy popular en Japón.

Muestra de su afición musical es el disco Take Heart, que grabó en 1988 junto con su hermano y que al pronunciarlo suena como 'Hato', raíz de su apellido y palabra que designa en japonés pájaro y paz.

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