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Sarkozy declara "culpable" a Villepin antes que el juez

El ex ministro denuncia al presidente por romper su presunción de inocencia

ANDRÉS PÉREZ

Los abogados del ex primer ministro francés Dominique de Villepin van a intentar arrastrar al presidente de la República, Nicolas Sarkozy, a un tribunal europeo por obstaculizar la acción de la justicia y por 'violación de la presunción de inocencia'.

La razón es que Sarkozy, el presidente de la República, proclamó el miércoles lo que, en opinión de muchos juristas, ni un estudiante de primero de Derecho se atrevería a espetar sin pensárselo dos veces. Calificó de 'culpable' a Villepin, mientras este está siendo juzgado, y, por lo tanto, es inocente mientras no se demuestre lo contrario.

Villepin se sienta en un banquillo de un tribunal penal en París en el espectacular juicio del caso Clearstream, en el que Sarkozy se ha personado como acusación particular. Pese a ese estatuto de acusador particular y presidente al mismo tiempo, Sarkozy echó más leña al fuego al definir de antemano a Villepin, y además por televisión, como uno de los 'culpables'.

El caso Clearstream tomó su nombre de una sociedad de pagos luxemburguesa, de la que, en 2004, aparecieron unos listados de cuentas cuyos titulares personalidades políticas, industriales y de medios de comunicación estaban supuestamente vinculados al cobro de comisiones ilegales.

Villepin, entonces ministro de Exteriores, ordenó a los servicios secretos que investigaran esas listas, en las que figuraba Sarkozy, y que luego resultaron ser falsas. Según el ahora jefe de Estado francés, Villepin, con quien mantenía una tensa rivalidad, estuvo detrás de la falsificación o al menos sabía que los papeles no eran auténticos. El ex ministro de Exteriores ha negado siempre estas acusaciones.

Olivier Metzner, abogado de Villepin, daba ayer los últimos retoques a la denuncia contra Sarkozy por esa presunta 'violación de la presunción de inocencia', que iba a ser depositada ante el Tribunal de Gran Instancia de París.

En esa denuncia, el abogado invoca el punto primero del artículo 9 del Código Civil francés, que es taxativo: 'Toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia'.

Todo indica que ese 'atentado contra la presunción de inocencia' existió. Desde Nueva York, por televisión, en directo y ante 16 millones de franceses, Nicolas Sarkozy dijo, refiriéndose a Villepin. 'Al término de dos años de investigaciones, dos jueces independientes han estimado que los culpables debían ser juzgados por un tribunal correccional'.

La frase en sí no tiene mucho sentido, y quizá lo que recuerde es que, cuando estudió Derecho en la facultad de Nanterre, Nicolas Sarkozy se especializó en Derecho Privado y Derecho de los Negocios. Quizá recuerde también simplemente el rencor profundo que Sarkozy ha demostrado sentir en no pocas ocasiones por Villepin.

Pero el mal estaba hecho. Con su peso enorme como presidente de la República, como número uno del Consejo Superior de la Magistratura, ante las cámaras, y refiriéndose a un juicio en curso, declaraba 'culpables' a los cinco acusados incluido Villepin antes que los propios magistrados.

Lo interesante de la denuncia contra Sarkozy, inmediatamente anunciada por los letrados del acusado, es lo que se oculta en su seno. El Tribunal de Gran Instancia de París no podrá más que recordar que el presidente Sarkozy dispone de inmunidad total durante su ejercicio y tendrá que archivar el caso sin instruirlo, al menos hasta que el ahora jefe de Estado salga del Elíseo.

El abogado Metzner ha anunciado que llegarán 'hasta donde haga falta y vamos a ver cuál es la posición de la Corte Europea de Derechos Humanos sobre un presidente que es al mismo tiempo inmune, garante de las instituciones, acusación particular y violador de la presunción de inocencia'.

Con esa presión, Villepin se permitió ayer pese a que está siendo procesado colgar un vídeo en su web y organizar un foro. De hecho empieza a convertirse en un importante sitio de debate improvisado, que da de él la imagen de un hombre batallando solo contra la figura de aplastante Goliath que se ofrece del presidente de la República Francesa.

Las palabras de Villepin han sido también muy duras. 'Esa declaración del presidente de la República ha sido inaceptable. El presidente debe ser el primer garante de la independencia de la Justicia, y además tiene un deber de reserva, como presidente del Consejo Superior de la Magistratura'. Sarkozy 'abusa de sus derechos como presidente, y eso lo descalifica', concluyó.

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