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Blair entra en la recta final hacia la presidencia de la UE

Reino Unido y Francia apoyan su candidatura. España no se opondrá si hay amplio consenso

DANIEL BASTEIRO

Varios líderes de la Unión Europea arriesgaron ayer su futuro político al segundo referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa, del que hoy se conocerán los resultados.

Para el primer ministro irlandés, Brian Cowen, o el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, que triunfe el no les libra ya del desgaste producido por una campaña impopular, pero cosechar un no amenaza su futuro político. Sin embargo, si se mantiene el respaldo al Tratado que auguran los sondeos, es Tony Blair, primer ministro británico hasta 2007, quien verá cómo se multiplican sus opciones de renacer políticamente como el líder máximo de la Unión Europea (UE).

Con el Tratado de Lisboa se creará el puesto de presidente de la UE, una figura estable, que coordinará a los gobiernos y que los representará en la escena internacional. La elección de Blair depende de los 27 jefes de Gobierno, pero su discreta campaña comenzó hace meses y, ante la falta de rivales, ha cuajado en las últimas semanas.

Fuentes del diario inglés The Times indican que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, apoya al creador del Nuevo Laborismo. Según el diario, las reticencias de Angela Merkel, que prefiere que el presidente venga de un país de la eurozona, podrían ser vencidas por un buen puesto para Alemania en la Comisión Europea, que se renueva este otoño. El premier británico, Gordon Brown, ha dado en numerosas ocasiones su apoyo a su predecesor.

Fuentes cercanas al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguraron a Público que es prematuro aventurar un nombre, pero que no se opondrán a Blair 'si hay amplio consenso en torno a él'.

Los posibles rivales del ex premier no han logrado reunir tantos apoyos

Ramón Jáuregui, secretario general del PSOE en la Eurocámara, lo confirma y resta importancia a la presencia de Blair en la cumbre de las Azores que decidió la guerra de Irak. 'No se puede condenar a alguien para siempre por un acontecimiento concreto', asegura. Los socialistas españoles, que apoyaron a Barroso, otro de los líderes de las Azores, creen que 'lograr un consenso en un momento como este es un éxito en sí mismo'.

Desde que dimitió como primer ministro tras diez años en el cargo, Blair ha desempeñado con discreción el cargo de representante del Cuarteto (UE, EEUU, ONU y Rusia) para Oriente Medio. Sus partidarios destacan 'su carisma, su experiencia y la oportunidad de acercar a Bruselas al Reino Unido, un país poco europeísta', asegura un diplomático comunitario. 'Además, pertenece a la familia socialista, por lo que se lograría el equilibrio con el resto de puestos, copados por conservadores', en palabras de un responsable de los socialistas europeos.

Blair tiene todas las cartas boca arriba. Los 27 han reiterado la necesidad de nombrar al nuevo presidente antes de final de año, siempre que los ciudadanos irlandeses digan sí y que ratifiquen el tratado los únicos países que faltan: República Checa y Polonia.

Posibles rivales, como Jean Claude Juncker o Jan Peter Balkenende, primeros ministros de Luxemburgo y Holanda, no han logrado aglutinar tantos apoyos. Otros, como Felipe González, que preside el Grupo de Reflexión sobre el futuro de la UE, se ha descartado asegurando que quien piense en él para el cargo 'perderá el tiempo'.

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