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Micheletti anuncia el fin del estado de sitio

El líder golpista considera el retorno de Zelaya al poder

DANIEL LOZANO

Punto final al estado de sitio en Honduras. El Consejo de Ministros derogó ayer el polémico decreto, que conculcaba libertades y derechos, tras ocho días de pantomima política, reunión va, diálogo viene, del presidente de facto, Roberto Micheletti, con distintos actores políticos hondureños. El objetivo de los golpistas se ha cumplido: amordazar a los medios pro Zelaya y enfriar la caldera de la calle.

'Quiero dar la noticia al mundo entero: queda derogado completamente todo el decreto'. Así de concluyente fue Micheletti en su declaración pública. Horas antes había adelantado que 'este decreto ya no es necesario porque tenemos paz en el país'.

El presidente derrocado, Manuel Zelaya, que tuvo conocimiento de la noticia a través de Público, había exigido la inmediata derogación para iniciar las negociaciones de un acuerdo que nadie sabe cómo va a ser, pero al que todos ponen plazo: esta misma semana. 'Tengo mis reservas', enfatizó Zelaya en conversación telefónica con este diario. 'La derogación sin el regreso al aire de los medios sería otro engaño. Estaré pendiente a lo largo del día', concluyó.

'La derogación sin el regreso al aire de los medios sería otro engaño'

Juan Barahona, líder de la Resistencia, añadió que 'se trata de una decisión positiva de los golpistas. Era un decreto inconstitucional, ilegal, que nos suspendía las garantías y que se dirigía directamente contra nosotros. Lo han derogado, sí, pero no por su voluntad, sino por la presión del pueblo y de la comunidad internacional'. La Resistencia repite hoy su concentración frente a la embajada de EEUU, después de que ayer no fueran reprimidos por la Policía.

La emisora de radio Globo, una de las clausuradas, inició de inmediato su proceso de regreso al aire, 'en unas seis horas', según su dueño, Alejandro Villatoro. El Canal 36 de televisión 'va a tardar varios días en estar en pantalla', según uno de sus reporteros, Richard Smith.

La esperada decisión gubernamental se produjo pocas horas después de que Micheletti, más relajado que de costumbre, acelerara el vértigo político del país. Tan relajado estaba que por primera vez admitió la posibilidad de que Zelaya retorne al poder, primer punto del Acuerdo de San José y principal escollo para la resolución de un conflicto que ya dura 101 días.

Micheletti admitió por primera vez la posibilidad de que Zelaya retorne al poder

Eso sí, sería un regreso con condiciones: 'La vuelta al poder de Zelaya es una aspiración que habría que entender desde un punto de vista más amplio, desde un punto de vista legal. Si hay unos comicios transparentes y si se elige a un nuevo jefe de Estado, se puede entonces hablar de cualquier escenario y de cualquier solución Es una decisión que tiene que tomar la Corte Suprema de Justicia'.

Asimismo, el presidente de facto afirmó que los responsables de haber sacado del país a Zelaya serán llevados ante la justicia y 'castigados'. 'Definitivamente es una decisión que tomaron algunos sectores (a los que no mencionó) y van a ser castigados de conformidad con la ley'. El destino de esta trama golpista parece aproximarse a su final.

La comunidad internacional ha regresado con fuerza a Honduras. Eurodiputados españoles del PP, entre los que se encuentran Carlos Iturgáiz y Juan Salafranca, se han unido a los múltiples diálogos que estos días abundan en el avispero político de Tegucigalpa. Los políticos españoles tomaron tierra en Centroamérica con una entrevista previa con Óscar Arias, mentor del Pacto de San José.

La delegación europea ha solicitado reuniones con Zelaya y Micheletti. El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga abrió el fuego con los enviados europeos. En una conversación con Público, el líder de la Iglesia hondureña transmitió la cercanía de una resolución. 'Si Dios quiere, habrá acuerdo esta semana. Hay muy buenas vibraciones'.

La avanzadilla de la OEA y del Parlamento Europeo precede a los pesos pesados, que son esperados para mañana. Entre ellos se ha incluido por sorpresa Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado español para Iberoamérica. Junto a él, José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, que parece haber firmado la paz con Micheletti tras la reunión secreta de la semana pasada. Micheletti, siempre arisco con el chileno, definió a Insulza como 'un hombre que escucha'.

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