Público
Público

La crisis fuerza a los tories a renunciar a bajar los impuestos

Los conservadores británicos anuncian un plan de austeridad si ganan

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

La situación financiera del Reino Unido es tan crítica que los conservadores han tenido que renunciar de momento a su tradicional aversión a los impuestos. George Osborne explicó ayer al congreso anual del partido que el país se encuentra 'hundido en un mar de deudas' después de 12 años de gobiernos laboristas. Toca ahora recortar el gasto público y aplazar al menos durante un año cualquier idea de reducir los impuestos.

Osborne, que será ministro de Hacienda si los tories ganan las elecciones el año que viene, anunció en Manchester la congelación de los sueldos de los funcionarios que ganen más de 19.500 euros al año, es decir, casi todos los que trabajan a jornada completa. La medida no afectará a los militares destinados a Afganistán.

Las familias que ganen más de 54.000 euros anuales se quedarán sin la mayor parte de sus deducciones fiscales. Con ese panorama, incluso una medida del Gobierno de Gordon Brown claramente impopular entre las bases conservadoras, el aumento al 50% del tipo máximo del impuesto sobre la renta, tendrá que continuar en vigor.

Los sondeos revelan que los británicos son conscientes del agujero de las cuentas públicas

Un futuro Gobierno, dijo Osborne, 'no puede ni plantearse abolir el tipo del 50% mientras al mismo tiempo estamos pidiendo a los funcionarios que acepten la congelación salarial para proteger sus empleos'. Es decir, cuando esos sueldos vuelvan a subir, Hacienda se replanteará reducir los impuestos directos.

Los sondeos revelan que los británicos son conscientes del agujero de las cuentas públicas y que por tanto están dispuestos a aceptar el recorte del gasto público. No está claro si mostrarán la misma comprensión con otro sacrificio exigido por Osborne: el aumento en el futuro de la edad de jubilación a 66 años.

Para hacer tragar esta amarga píldora, el número dos de los tories ofreció ahorros en el coste de la política, que no goza actualmente en el Reino Unido de mucho prestigio por culpa del escándalo de los gastos de los parlamentarios.

Los conservadores pretenden reducir en un 10% el número de diputados 

Los conservadores pretenden reducir en un 10% el número de diputados y bajar un 5% el sueldo de los parlamentarios que son también viceministros. Osborne garantizó que será él quien dé el visto bueno a los salarios de todos aquellos altos cargos de la Administración que cobren más que el primer ministro. Como sugirió que no habrá muchos, se trata de malas noticias para los directivos de la BBC y de las sociedades públicas.

El discurso de Osborne es arriesgado. Pocos partidos han ganado unas elecciones con la promesa de congelar sueldos públicos El pesimismo que se respira en el Reino Unido por la crisis será al final su gran aliado.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias