'A mí no me han detenido todavía como mafioso'. La frase la soltó ayer el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi , como si fuera una broma muy divertida a su ministro de Interior, Roberto Maroni, tras felicitarle por el aumento del 26% en las detenciones a mafiosos respecto al año anterior.

Berlusconi bromeaba después de que el programa de la televisión pública símbolo de la resistencia contra sus ataques a la prensa, Annozero, removiera las presuntas relaciones de Il Cavaliere con la mafia.

En la rueda de prensa hubo bromas y también un lapsus muy elocuente. El primer ministro se estaba definiendo como 'un perseguido' por la Justicia, a pesar de 'haber sido siempre absuelto', cuando se le escapó: 'He gastado 200 millones en jueces... perdón, en abogados'.

La presentación de sus medidas antimafia la hizo a sabiendas de la expectación que había levantado Annozero la noche anterior, y mientras Il Giornale propiedad de la familia Berlusconi lanzaba duros ataques al programa de televisión acusándole de buscar 'fango' con el que manchar al jefe del Ejecutivo una vez el Tribunal Constitucional le ha quitado la inmunidad penal.

Annozero se hace eco de las investigaciones de las fiscalías de Milán, Florencia, Palermo y Caltanissetta sobre la presunta negociación entre el Estado y la mafia para parar los atentados que la Cosa Nostra perpetró a inicios de los años noventa, y que prosiguió con los asesinatos de dos grandes jueces antimafia, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, en 1992.

Un ex ministro de Justicia, Claudio Martelli, reveló ayer que Borsellino supo de esa tregua, y alimentó así la teoría según la cual el juez fue asesinado porque se oponía a ella.

Según ha contado anteriormente la prensa italiana, arrepentidos como Gaspare Spatuzza y Massimo Ciancimino hijo del ex alcalde mafioso de Palermo, Vito, han abonado la tesis de que la mafia pretendía con sus atentados allanar el camino para propiciar un cambio político de gran magnitud y quitar de escena al ex primer ministro Giulio Andreotti. Lo que quiere saber la Justicia, reveló Annozero, es si el nuevo referente que buscaba la mafia era Berlusconi.

En el programa, Massimo Ciancimino habló de una carta que prueba que hubo contactos entre la mafia y el magnate. Esta carta podría contener una advertencia del jefe de Cosa Nostra, Bernardo Provenzano, a Berlusconi para que le diera el control sobre una televisión.