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Berlín es hoy centro del mundo 20 años después

Cumbre de jefes de Gobierno en el aniversario de la caída del Muro

G. SANS MORA

Más de 30 gobernantes mundiales, unos en activo y otros retirados, celebrarán hoy una cumbre sin precedentes en Berlín para recordar la caída del Muro hace veinte años. Las mil piezas de dominó de 2,50 metros de altura colocadas sobre dos kilómetros del antiguo trazado fronterizo atraen desde el sábado la atención de miles de curiosos.

Al final de los actos, el dominó se desmoronará simbólicamente como los regímenes del este de Europa tras la histórica noche del 9 de noviembre de 1989. El ex líder del sindicato polaco Solidaridad, Lech Walesa, será el encargado de dar el empujón a la primera pieza de uno de los extremos, mientras que en el otro harán lo mismo a cuatro manos el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.

En la Puerta de Brandeburgo, los principales oradores serán el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, y el ex ministro alemán de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher.

La fiesta unirá en ese escenario a tres músicos que no tienen nada que ver entre sí. Daniel Barenboim inaugurará el festejo al frente de la orquesta Staatskapelle Berlin, con obras de Wagner, Schönberg y Beethoven en el programa.

El rockero estadounidense Jon Bon Jovi interpretará luego We werent born to follow, una canción de su último álbum compuesta por él mismo. Bon Jovi se ha colado en el programa con la ayuda de su amigo Phil Murphy, embajador de EEUU en Alemania. 'Le expliqué por carta que esta canción encajaría muy bien para la ocasión. La invitación es un gran honor', señaló el rockero al diario Bild.

Bon Jovi no estaba en Berlín en la histórica noche, pero unos días después llegó para arrancar a martillazos un trozo del Muro que conserva aún en plexiglás sobre su escritorio.

El tercer músico es la estrella del techno Paul van Dyk, que ha compuesto especialmente para la ocasión el tema We are one, que sonará al final del acto a modo de himno.

Tampoco Vladímir Putin estaba en Berlín, sino en Dresde, donde trabajó como oficial del KGB entre 1985 y 1990. Pero el primer ministro ruso también ha querido recordar su ánimo de entonces. 'Siento una cierta nostalgia. Pero Alemania ha experimentado una evolución positiva desde la unificación, y sus relaciones con Rusia se asientan sobre una nueva y sólida base, así que el sentimiento de nostalgia es secundario', dice Putin en una entrevista con la televisión rusa NTV.

La fiesta de hoy tendrá también algunos escenarios fuera de Berlín. En Helmstedt-Marienborn, un antiguo paso fronterizo entre Baja Sajonia y Sajonia-Anhalt, habrá una actuación del grupo Karat y la cantante Ute Freudenberg, dos leyendas del pop germano-oriental.

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