Muchos afganos se unen a los talibanes o cooperan con ellos porque no encuentran otra forma de ganarse la vida. Por eso, nada mejor que ofrecerles dinero para 'dejar el vicio'. El Gobierno de Angela Merkel propondrá por ello en la Conferencia de Londres la creación de un fondo internacional de 'reintegración' para talibanes, dotado con 350 millones de euros. Alemania está dispuesta a aportar 50 millones en cinco años.

El programa es uno de los puntos principales de la estrategia que Berlín llevará a la Conferencia de Londres, resumida en un documento de 11 páginas presentado ayer. La estrategia prevé enviar 500 soldados más a Afganistán, que se sumarán a los 4.500 ya desplegados, y crear una reserva de otros 350 efectivos.

Para poder beneficiarse del fondo de 'reintegración', los interesados deberán cumplir una serie de condiciones. Tendrán que abjurar de la violencia, romper todo contacto con Al Qaeda y jurar la Constitución afgana, además de trabajar o apuntarse a programas de formación. 'En esencia, el programa es un plan de formación y ocupación', resume el documento.

El Gobierno afgano se encargará de elaborar el programa, pero Kabul administrará el fondo junto con la comunidad internacional para evitar que el dinero acabe en malas manos. No se ofrecerá nunca dinero a un individuo solo, sino por ejemplo a toda la comunidad de un pueblo.

Bajo la presión de la impopularidad de la misión afgana entre la población alemana, el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, anunció que el contingente alemán empezará a reducirse a partir de 2011. 'En los próximos años, hay que crear las condiciones para que podamos reducir la presencia militar. El objetivo es lograr la completa cesión de responsabilidades a los afganos en 2014', dijo.