El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no quiso ser condescendiente con los países ricos en Porto Alegre. En una intervención calculada, más dirigida a los líderes políticos con los que el presidente se encontrará hoy en Davos que al entusiasta auditorio que lo escuchaba en el estadio de Gigantinho, Lula culpó ayer sin ambages a los países ricos de la debacle económica mundial: 'Hay responsabilidades: el sistema financiero se movía sin control', espetó.

Las palabras más duras fueron contra los subsidios agrícolas de la Unión Europea. 'Pedimos a Europa que se abra a los productos africanos y elimine unas ayudas cada vez más responsables del hambre en África', afirmó Lula. 'Era fácil hablar de libre comercio cuando sólo ellos podían vender su productos', añadió el líder brasileño.

El presidente apuntó que 'Brasil fue el último país en entrar en crisis y el primero en salir', que consiguió crear empleo y que su Gobierno está desarrollando un segundo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) para el período de 2011-2015. Además, Lula insistió en el mensaje que ya llevó a la cumbre de Copenhague sobre el clima: que Brasil no permitirá que nadie le diga lo que tiene que hacer en clara alusión a las políticas contra la deforestación amazónica y que 'aquellos países que llevan doscientos años contaminando no pueden pagar el mismo precio que los que comenzaron hace dos años'.

En un discurso que tuvo tintes de despedida, recordó que, siete años atrás, la prensa internacional hablaba del 'riesgo Lula' en caso de que ganase las elecciones un ex sindicalista y obrero metalúrgico; el mismo que recibirá este viernes el primer galardón de Estadista Global en el Foro Económico Mundial.

Lula se vanaglorió de haber conseguido un Brasil 'que tiene las políticas sociales más consolidadas del mundo', pero asumió que 'hacen falta diez o veinte años más para compensar tantos siglos de olvido'.

Por lo demás, Lula destacó que la catástrofe de Haití debe 'acabar con la vergüenza de no haber construido hasta ahora el Haití que podría haber sido hace 30 años', dándole al país 'la oportunidad de ser soberano'.