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El Papa critica la ley de Igualdad del Reino Unido

Dice que va 'en contra de la ley natural' por permitir la adopción y el matrimonio de homosexuales

DANIEL DEL PINO

El Papa Benedicto XVI no empieza con buen pie la preparación de su próxima visita al Reino Unido. O quizá sí, dependiendo de quién lo juzgue. Ayer, Ratzinger se permitió el lujo de atacar la nueva ley de Igualdad puesta en marcha por la ministra Harriet Harman, porque, a su entender, 'viola la ley natural'. Con la aprobación de esta ley, los derechos de los homosexuales se equiparan a los de los heterosexuales. El Papa, con sus críticas, trata de meterse en el bolsillo a los anglicanos más conservadores a los que abrió las puertas del Vaticano hace ya unos meses.

La historia se remonta al pasado mes de octubre. Roma anunciaba que estaba dispuesta a aceptar a los sacerdotes anglicanos tradicionalistas que quisieran volver al redil del Vaticano. El trato llevaba una condición: los curas casados de la Iglesia de Inglaterra que quisieran someterse a la autoridad papal no podrían, sin embargo, llegar a ser obispos. 

Pero resulta que esos anglicanos tradicionalistas son precisamente los que se han estado enfrentando fervientemente al obispo de Canterbury contra la ordenación de homosexuales y mujeres. Y además, en las últimas fechas, este sector de la Iglesia de Inglaterra, también ha mostrado sus reticencias a la ley de Igualdad propuesta por Harman.

Ayer, desde el Vaticano, y con motivo de la visita del arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, el Papa aseguró que la mitad de las agencias de adopción católicas han tenido que cerrar por la prohibición del Gobierno a discriminar a las personas por su orientación sexual. Ratzinger reclamó al Gobierno que acabe con 'una legislación que impone limitaciones injustas en la libertad de religión y que va en contra de las comunidades religiosas que actúan de acuerdo con sus creencias'. 'En algunos aspectos', insistió Ratzinger, 'la ley viola la ley natural que garantiza el derecho de todos los seres humanos'.

Las críticas del Papa han desatado todo tipo de contestaciones. Por una parte, el presidente de la Sociedad Secular Nacional, Terry Sanderson, le recordó al Papa que su visita en septiembre le va a costar al contribuyente 20 millones de libras (unos 22 millones de euros). Por otra, el ministerio de Igualdad dijo a través de un portavoz que 'el Papa conoce a la perfección el compromiso de nuestra sociedad con la igualdad de todos los ciudadanos. Creemos que todo el mundo tiene el derecho de tener las mismas oposrtunidades y no ser discriminado por nadie. La ley de Igualdad hará del Reino Unido un lugar mucho más justo e igualitario'.

El ataque de Ratzinger tampoco llega en un buen momento para el Gobierno Laborista. Con las elecciones de mayo a la vuelta de la esquina, lo que menos lo interesa ahora a Gordon Brown es perder el voto de los Católicos, que suponen un millón de personas según el último censo. La ley pasará en los próximos meses al Parlamento para su aprobación final, pero aún está pendiente de que en breve la representación de la Iglesia Católica en el país haga un comunicado de protesta.

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