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Los obispos alemanes también piden perdón por abusos sexuales

La Fiscalía alemana eleva a 120 las víctimas de abusos sexuales en ese país, algunas de las cuales terminó suicidándose

PÚBLICO.ES/EFE

Se extiende la nube de 'perdones' por parte de los obispos tras los casos de abusos sexuales a menores a lo largo y ancho de Europa. Esta vez es en Alemania, donde el presidente de la Conferencia Episcopal (DBK), Robert Zollitsch, se ha disculpado ante las víctimas de los 'repugnantes' abusos perpetrados por sacerdotes germanos en los 70 y 80. 

'Me disculpo ante todos los que han sido víctimas de esos crímenes', declaró Zollitsch durante la asamblea general de la DBK de primavera, que se celebra en la localidad de Friburgo, al sur de Alemania.

El prelado afirmó que tales actos 'son un crimen repugnante' y recalcó la gravedad de que los abusos se produzcan en la Iglesia porque los 'niños y jóvenes tienen una confianza especial en su sacerdote'. 

Según los medios alemanes son ya 120 las víctimas de abusos sexuales, tal y como informó la Fiscalía de ese país. Por ello, Zollitsch pidió una 'amplia aclaración' de los casos y afirmó que 'tendrán consecuencias' dentro de la Iglesia. 

La orden de los Jesuitas, la primera organización afectada por el escándalo, ha encargado su propia investigación mientras que las distintas diócesis alemanas (27 en total) están llevando a cabo pesquisas en ese sentido.

Muchas de las víctimas se suicidaron tras los abusos, según una abogada

La abogada Ursula Raue, encargada de la investigación por parte de los jesuitas, ha revelado estos días que algunas víctimas terminaron suicidándose y que del centenar que se han puesto en contacto con ella, varias asistieron a colegios que no fueron regidos por esa orden católica. Otras víctimas, según Raue, sólo se han atrevido a hablar ahora e incluso habían ocultado lo que les ocurrió a sus propias esposas.

Según Raue, la mayoría de las víctimas relatan que sufrieron la manipulación de sus genitales por parte de los sacerdotes, mientras que otros hablan de actos de sadismo por parte de los curas.

El escándalo se desató cuando el padre Klaus Mertes, rector de la escuela de élite Canisius de Berlín, regida por los jesuitas, hizo público en enero pasado los abusos perpetrados en el colegio décadas atrás.

Después de que Mertes sacara a la luz casos que durante años habían permanecido en secreto, empezaron a aparecer otras víctimas de abusos, no sólo en el Canisius sino también en otros colegios de jesuitas, en Bonn y en la Selva Negra. Según difundieron este lunes los medios alemanes, también en el monasterio de Ettal, situado al sur de Alemania y perteneciente a la orden benedictina, se registraron casos de abusos a menores entre 1950 y 1990.

El movimiento católico seglar Wir sind Kirche (Nosotros somos la Iglesia) reclamó durante la asamblea la creación de una oficina federal para la defensa de las víctimas, así como la reforma de la formación sacerdotal y una colaboración más estrecha con la Fiscalía. Para esa organización es primordial que los sacerdotes que hayan cometido los abusos sean incapacitados para la labor pastoral.

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