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Las Damas de Blanco no cejan en su campaña contra Castro

Las familiares de presos se manifiestan en La Habana por cuarto día consecutivo

DANIEL LOZANO

La historia se repite en Cuba. Pero cambia de color. Este jueves, la llamada Primavera Negra cumplió siete años con 53 de sus 75 periodistas independientes y disidentes todavía encarcelados. Para que el mundo no se olvide de ellos, las Damas de Blanco volvieron a recorrer las calles habaneras. Al frente de ellas, Laura Pollán, con un brazo escayolado tras las agresiones sufridas el miércoles por agentes de la policía, y Reina Tamayo, la madre del disidente muerto en huelga de hambre, Orlando Zapata, con varios arañazos producidos en la refriega.

'Al salir de la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes, en La Habana Vieja, nos encontramos con un nuevo acto de repudio. Había incluso más gente que otros días, más de 400. La policía nos acordonó y las turbas comenzaron a gritar las consignas revolucionarias', relató a Público por teléfono Alejandrina García, una de las Damas. 'Los policías tuvieron que protegernos de las turbas que ellos mismos preparan. Nos acordonaron durante los cinco kilómetros que duró la caminata'.

«Estamos firmes, continuaremos con nuestras protestas», dicen las Damas

La ira de las mujeres que conformaban el acto de repudio era del tal calibre que los agentes tuvieron que emplearse para contenerlas.

Estos mítines son un clásico de la Revolución, la respuesta del pueblo, según la versión oficial. Realmente se trata de grupos de respuesta rápida, organizados por la Seguridad del Estado para reventar cualquier tipo de protesta y para amedrentar a los disidentes. 'Pero estamos firmes, vamos a continuar con nuestras protestas hasta el domingo. Y siempre de forma pacífica', añadió García. A diferencia del miércoles, ayer ninguna acabó en el hospital.

Las imágenes de los abusos policiales y las amenazas contra estas mujeres indefensas dieron la vuelta al mundo. El pulso de los disidentes cubanos, más largo y más poderoso de lo esperado por el presidente Raúl Castro, ha situado al régimen en el ojo el huracán como pocas veces antes.

Más de 400 personas gritan consignas revolucionarias contra las disidentes

Las Damas de Blanco se han sentido solas en su lucha. Hasta ahora. Tienen un mártir: Orlando Zapata, preso de conciencia muerto el mes pasado tras 86 días de huelga de hambre. Otro héroe: Guillermo Fariñas, hospitalizado en Santa Clara a la espera de retomar su huelga de hambre y de sed y 'dispuesto a morir con mis ideas en esta oportunidad histórica'. Y una líder: Reina Tamayo, madre de Zapata, quien con su voz quebrada pidió libertad y llamó asesinos a los hermanos Castro. Ella capitanea hoy a las mujeres que luchan por llevar a la isla su Primavera Blanca.

Quien tampoco da su brazo a torcer es Martha Beatriz Roque, la única mujer detenida durante la Primavera Negra, en libertad condicional por motivos de salud. La disidente histórica piensa seguir protestando, a pesar de las amenazas surgidas en torno a un posible regreso a prisión.

Las acciones gubernamentales contra los disidentes corren en paralelo a la contracampaña mediática desde los medios oficiales cubanos, empeñados en demostrar que Europa es un continente perdido, el peor de los infiernos para presos, emigrantes, parados o niños, plagado de asesinatos políticos, torturas y desapariciones.

'La condena del Parlamento Europeo busca distraer la atención sobre la crisis económica del Viejo Continente y el desempleo de España', aventuró un comentarista en televisión. Imágenes de cargas violentas de la policía española se sucedieron a continuación.

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