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Obama logra un triunfo histórico al aprobar el Congreso de EEUU la reforma la sanitaria

Logra 219 votos a favor y 212 en contra. Los 178 republicanos se opusieron junto a 34 demócratas. La segunda parte, aprobada

PÚBLICO.ES / EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha logrado su primera -e histórica- gran victoria, al aprobar la Cámara de Representantes de Estados Unidos la reforma del sistema sanitario de EEUU.

La reforma contó con 220 votos a favor y 211 en contra en la última votación, la del segundo proyecto de ley, que introduce una serie de enmiendas al primero para dejarlo más al gusto de la Cámara de Representantes.

La votación más importante fue la primera, la del primer proyecto de ley, que englobaba el grueso de la reforma. Éste fue aprobado con 219 votos a favor y 212 en contra. Todos los republicanos -los 178- votaron en contra, además de 34 demócratas.

El proyecto de ley aprobado corresponde al que el Senado había aprobado ya en diciembre, por lo que ahora queda listo para la firma del presidente de EEUU, Barack Obama, y su conversión en ley. La Casa Blanca ha indicado que lo antes que Obama firmaría la ley sería este martes.

El segundo proyecto de ley pasará ahora al Seado, que se ha comprometido a verlo en los próximos días y podría votarlo a finales de esta semana.

'La medida ha quedado aprobada', anunció la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, mientras los congresistas demócratas prorrumpían en aplausos.

Los congresistas debieron rechazar una moción presentada a última hora por la oposición republicana

Para proceder a esta votación, los congresistas debieron rechazar una moción de procedimiento presentada a última hora por la oposición republicana, que introducía una enmienda sobre el aborto, uno de los asuntos que más habían complicado a los líderes de la mayoría demócrata conseguir los votos necesarios para la aprobación.

Según explicó el portavoz presidencial, Robert Gibbs, Obama, que tiene previsto pronunciar una declaración en la Sala Este, siguió la votación desde el salón Roosevelt de la Casa Blanca, en compañía de unos cuarenta funcionarios.

Cuando la reforma quedó aprobada hubo 'vítores y aplausos' y 'abrazos generalizados', mientras Obama chocaba la mano con la de su jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, según Gibbs.

Horas antes, los demócratas se habían apuntado una primera victoria en la votación sobre la reforma sanitaria, al aprobar un voto de procedimiento por 224 votos a favor frente a 206 en contra.

En el exterior del Capitolio, manifestantes contra la reforma presentes a lo largo de todo el día llamaban a 'tirar a la basura' la medida.

Manifestantes contra la reforma llamaban a 'tirar a la basura' la medida

Los demócratas se aseguraron los 216 votos necesarios para aprobar la reforma después de que el líder de un grupo de congresistas antiabortistas que se oponían a la medida, Bart Stupak, anunciara hoy que había llegado a un acuerdo de última hora con la Casa Blanca y los líderes de su partido.

Stupak reclamaba garantías de que la reforma no permitiría el uso de fondos federales para la práctica de abortos.

Este congresista se alzó para defender esta noche la medida y pedir el 'no' a la enmienda republicana contra el aborto, una iniciativa que le valió un grito de 'asesino de bebés' proferida por uno de los legisladores presentes en la sala.

Mediante el acuerdo anunciado hoy, el presidente de EEUU, Barack Obama, emitirá una orden ejecutiva que dejará claro que no se podrán usar esos fondos para las interrupciones voluntarias del embarazo, salvo casos extremos.

La reforma del sistema sanitario es la gran prioridad legislativa del presidente estadounidense, que canceló una gira por el sureste asiático para estar presente en las últimas etapas de la negociación.

La medida busca dar cobertura sanitaria a cerca de 30 millones de estadounidenses que en la actualidad carecen de ella.

Entre otros aspectos, la reforma prohibirá a las aseguradoras rechazar dar cobertura a personas que ya padezcan alguna enfermedad y hará obligatorio para la mayoría de los residentes el contar con un seguro médico.

¿Cuál es el objetivo de la reforma?
La reforma tiene básicamente dos objetivos: garantizar una cobertura médica mínima a los que no tienen seguro (porque no se lo pueden permitir, porque trabajan en pequeñas y medianas empresas que no les dan un seguro o porque eligen no tenerlo), en total unas 32 millones de personas (de los 47 millones se estiman están fuera del sistema sanitario actual); y simplificar, esclarecer y poner orden en el sistema de seguros privados, cuyo precio se ha triplicado o cuadriplicado en los últimos años.

¿Cómo cambiará el sistema sanitario?
Se estima que el Gobierno de Estados Unidos gastará unos 940.000 millones de dólares en los próximos diez años para actualizar el sistema sanitario, pero no ofrecerá, como quería el presidente Barack Obama en principio, un sistema público paralelo, aunque sí favorecerá a partir de 2014 opciones a nivel de cada Estado. También amplia los beneficios del programa Medicaid, destinado a los más desheredados.

¿Quién sale más perjudicado?
Cuando la reforma se aplique plenamente, en 2014, debería cubrir el 95% de la población estadounidense. Sin embargo, los aproximadamente 15 millones de inmigrantes sin papeles se quedarán sin cobertura.

¿Por qué ha sido tan difícil de aprobar?
En primer lugar, por la oposición republicana, que desde el principio demonizó el proyecto, sobre todo por la “diferencia filosófica” con los demócratas, como subrayaba Obama: para los republicanos es el sector privado, no el Gobierno el que debe encargarse de estas cosas. La táctica conservadora ha sido la de oponerse a cualquier proyecto de Obama y especialmente a este, considerado su buque insignia. Además, el presidente estadounidense ha tenido que vencer también las reticencias de los demócratas conservadores. Aún así, no los ha convencido a todos: unos pocos han acabado votando en contra.

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