Público
Público

La política colonial de Moscú siembra el odio en el Cáucaso

Los yihadistas de Chechenia, Daguestán e Ingushetia se unen contra el Kremlín

JORGE GARCÍA

Los servicios de seguridad rusos señalaron inmediatamente a los islamistas radicales de las repúblicas caucásicas como los autores del atentado de ayer en el metro de Moscú, y especialmente a Doku Umarov, uno de los líderes separatistas más temidos por el Kremlin. 'Siempre que sea posible intentaremos no matar a civiles en nuestras acciones, pero para mí no hay civiles en Rusia', afirmaba el autoproclamado emir del Cáucaso en julio de 2009 al Observatorio de Praga, un organismo que recopila información sobre la situación en el Cáucaso ruso.

Umarov, quien luchó en las dos guerras de Chechenia y llegó a ser el líder de los terroristas chechenos, tiene unos objetivos muy ambiciosos para su emirato. 'Nosotros liberaremos el territorio de Krasnodar, Astracán y las tierras del Volga', sentenciaba en un mensaje en vídeo en febrero de este año.

Para poder conseguirlo, Umarov apela constantemente a la unión de los musulmanes y a emprender la yihad (guerra santa) contra Moscú: 'Lo más importante es saber que uno está preparado para la muerte, y yo ya lo estoy'. Según sus cifras, 'liberarse' de la tiranía de Rusia es factible debido a que hay 30.000 muyaidines en el Cáucaso dispuestos a la yihad y con los recursos suficientes como para defender el emirato.

Su odio hacia Moscú siempre está presente en sus discursos. A dirigentes como Vladimir Putin y Ramzan Kadyrov, presidente de Chechenia designado por el Kremlin, los define como 'perros'. Precisamente, esta repulsa por lo ruso es uno de los motivos que convierten la región en un polvorín.

Los señores de la guerra en las repúblicas autónomas de Daguestán, Ingushetia y Chechenia no sólo suman sus esfuerzos contra Moscú, sino también contra los dirigentes impuestos por el Kremlin para estas zonas. Así, se acusa a Umarov de estar detrás del atentado contra el presidente de Ingushetia, YunusYevrukov, el 22 de junio de 2009. Por otra parte, este sentimiento antirruso se acrecentó con los pogramos desencadenados en el Cáucaso a raíz de los intentos independentistas en la región con el final de la URSS. Las guerras y la represión emprendida por los gobiernos rusos provocó que señores de la guerra como Abdul Sulayev y Aslan Masjadov tuvieran una gran influencia en el área. Además, como ocurre en Daguestán, la población no comprende que la república esté a las órdenes de Moscú cuando sólo un 9% es de etnia rusa.

Otro de los factores clave del atentado de ayer es que fueran mujeres las que perpetraron el atentado, como ya ocurriera también en la capital rusa en julio de 2003 durante un festival de rock.

Las mujeres comenzaron a lanzar ataques terroristas tras la finalización de la guerra en Chechenia. Después de la brutal represión emprendida contra los separatistas por el Gobierno de Putin, miles de mujeres quedaron viudas. Con esos atentados pretenden vengarse por las muertes de sus maridos y el resto de familiares varones, que las condenan al ostracismo en el sistema social islamista.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional