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El Papa acepta la dimisiónde otro obispo irlandés

James Moriarty encubrió a curas pederastas y desatendió a las víctimas

JESÚS BASTANTE

Benedicto XVI aceptó ayer la dimisión del obispo irlandés James Moriarty, que presentó su renuncia en diciembre pasado tras la publicación de varios informes sobre los abusos sexuales sistemáticos practicados a menores en la Iglesia de Irlanda. El escándalo evidenció que Moriarty encubrió a los pederastas y que no prestó ninguna atención a las víctimas. En un lacónico comunicado, el Vaticano informó de la aceptación de la renuncia del prelado irlandés, que fue obispo auxiliar de Dublín entre 1991 y 2002 y que, en la actualidad, regía la diócesis de Kildare.

La de Moriarty es la sexta dimisión en la Iglesia irlandesa, y la segunda tras la de JohnMagee, secretario personal de Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II después de que el Papa publicara su Carta a los católicos irlandeses. En ella, Ratzinger se comprometía a seguir una política de 'tolerancia cero' frente a curas pederastas y obispos encubridores.

La dimisión de Moriarty no será la última. Fuentes vaticanas consultadas por Público aseguran que la Santa Sede aceptará en las próximas semanas otras dos renuncias ofrecidas en diciembre por los obispos auxiliares de Dublín, Eamonn Walsh y Ray Field.

Ambos aparecen citados en los informes oficiales Ryan y Murphy, que demostraron abusos continuados a miles de menores durante décadas, y constataron que todos los obispos, hasta 1996, accedieron a proteger de la justicia penal a veintenas de sacerdotes pedófilos. Aunque los informes no acusaban explícitamente a Moriarty de encubrimiento, el propio obispo admitió que, por responsabilidad personal, debió haber objetado la práctica de impedir que trascendieran las denuncias.

El propio prelado afirmó en febrero pasado, durante la visita que los obispos irlandeses rindieron a Benedicto XVI, que 'la renovación debe comenzar aceptando responsabilidad por el pasado'. 'En definitiva, llegué a la conclusión de que necesitábamos un nuevo comienzo y que yo podía de-sempeñar mi parte abriendo el camino', añadió.

Ahora, las miradas están puestas en otros dos personajes. Uno es el obispo de Galway, Martin Drennan, el único de los acusados que no ha presentado su renuncia y, sobre todo, en el cardenal de Dublín, Sean Brady, cuya dimisión ha sido solicitada por todas las asociaciones de víctimas y entidades sociales y políticas irlandesas.

También ayer trascendió que el obispo de Augsburgo (Alemania), Walter Mixa, presentó su dimisión al Papa tras admitir que cuando era párroco maltrató a los niñosde una residencia infantil, a los que castigaba físicamente. La propia Conferencia Episcopal alemana recomendó a Mixa que renunciase a sus cargos provisionalmente durante un tiempo.

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