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España apuesta en Honduras por la Comisión de la Verdad

El Gobierno de Zapatero trabaja para conseguir el regreso de Zelaya al país

DANIEL LOZANO

El Gobierno español apuesta de lleno por la Comisión de la Verdad que se constituyó ayer en Honduras, pese a las dudas y resquemores suscitados en el bloque gubernamental y pese a la comisión alternativa que la Resistencia ha promovido en directa oposición a la oficial.

'Tenemos mucho interés en la Comisión de la Verdad, de ahí la presencia en Tegucigalpa del secretario de Estado para América Latina, Juan Pablo de la Iglesia. También hemos participado en los trabajos previos', señaló a Público Ignacio Rupérez, embajador español.

'El Pentágono es el que impone esta comisión', se queja el cura Fausto Milla

Rupérez confirmó que España, junto a Estados Unidos, Suecia, Alemania y la Organización de Estados Americanos (OEA), financia la comisión que durante ocho meses investigará los hechos sucedidos antes, durante y después del golpe de Estado del 28 de junio, que causó la detención y expulsión del presidente Manuel Zelaya y la instauración del régimen golpista de Roberto Micheletti.

Por otra parte, el Gobierno español buscaba ayer, en un maratón de reuniones, que el Gobierno hondureño facilite el regreso de Zelaya al país, condición para que la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) desbloquee el veto a la Cumbre Unión Europea-América Latina prevista en Madrid el 18 y 19 de mayo.

José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, también avaló con su presencia la apuesta por el regreso de Honduras al organismo panamericano, 'pero son los países miembros los que tienen que decidir', matizó.

Por 'seguridad nacional', parte de la investigación no se conocerá en 10 años

El político chileno concita todos los odios de los que apoyaron el golpe de Estado, incluso algunos le exigen que pida perdón al pueblo hondureño por su 'servilismo y parcialidad'.

En medio de este laberinto de negociaciones diplomáticas, a nadie parecía importarle el papel de la comisión, cuya legitimidad es puesta en duda por unos y otros. 'No hemos venido a integrar esta comisión para ser cronistas', se defendió Eduardo Stein, coordinador de la comisión y ex vicepresidente de Guatemala. 'No excluiremos ningún tema, por difícil que este sea, incluyendo derechos humanos y corrupción'.

Junto a Stein, figuran en la comisión el canadiense Michael Kergin, la peruana María Zavala y los hondureños Julieta Castellanos y Jorge Omar Casco. 'Antes de empezar [a trabajar], ya han pretendido descalificarnos, como si fuéramos una comisión light', se quejó Stein.

La comisión nace con un gran peso a sus espaldas que amenaza con ahogarla: parte de la investigación no se dará a conocer hasta pasados diez años por imposición del Gobierno, que aduce motivos de 'seguridad nacional'.

'El Pentágono es el que impone esta comisión', dijo a Público Fausto Milla, cura rebelde del Copán, zona maya al occidente del país, e integrante de la Comisión de la Verdad Alternativa. 'Está hecha para esconder lo que realmente sucedió. ¿Desde cuándo el criminal, en este caso la Corte Suprema de Justicia, la fiscalía y demás poderes, puede convertirse en juez? Nosotros sí vamos a investigar todo lo sucedido'.

Liderando la contracomisión propuesta por la Resistencia figura la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú. Y junto a ella otro premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel; la abuela de la Plaza de Mayo Nora Cortina; la religiosa peruana Elsy Monge, que ya participó de la Comisión de la Verdad de Ecuador, y la escritora hondureña Helen Humaña, entre otros. De momento, no están organizados y carecen de metodología y objetivos. Pero se trata de una apuesta política de peso frente a la comisión en la que el Gobierno del socialcristiano Porfirio Lobo, aplicando los acuerdos San José-Tegucigalpa, ha puesto todas sus esperanzas.

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