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El cierre de Guantánamo se complica para Obama

El Congreso veta la compra de un penal para trasladar a algunos reos a EEUU

ANTONIO LAFUENTE

Los planes del presidente estadounidense, Barack Obama, para cerrar la controvertida cárcel de Guantánamo, en Cuba, se han complicado aun más de lo que estaban. El Congreso acaba de impedir al Gobierno comprar en suelo norteamericano los terrenos para construir la nueva prisión a la que deberían transferirse los detenidos en la base militar.

La decisión fue tomada dentro de la misma ley por la que se aprobaron los presupuestos de Defensa para el año próximo, que prevén un gasto militar general de 567.000 millones de dólares y otro particular de 159.000 millones para la guerra en Afganistán. En total, 726.000 millones de dólares, tanto como el rescate financiero para estabilizar la economía del país aprobado en 2008.

Pese a las desorbitadas cifras del gasto militar, en esa misma ley, el Comité de Intendencia de las Fuerzas Armadas denegó al Gobierno de Obama los 350 millones que había solicitado para comprar y renovar la cárcel de Thompson, en el estado de Illinois. A esa prisión quiere enviar a los prisioneros de Guantánamo el Gobierno de Obama, como paso para integrarlos en el sistema judicial estadounidense.

La prohibición de comprar la cárcel va más allá de una cuestión de dinero

Pero la prohibición de comprar los terrenos no es una cuestión de dinero. El Comité exigió al Gobierno que el secretario de Defensa, Robert Gates, entregue al Congreso antes de cualquier autorización un informe 'que justifique adecuadamente la propuesta de construcción o renovación de tal instalación'.

El Comité, que aprobó la prohibición por unanimidad de los 59 miembros que lo componen, 'cree firmemente que la construcción o modificación de una instalación en los Estados Unidos para detener o encarcelar a los individuos que están en Guantánamo debe ir acompañada de un plan completo y exhaustivo que señale las necesidades, los costes y los riesgos asociados con su utilización.'

Y la presentación de ese plan no es el único obstáculo. Obama, que tiene prohibido por el Congreso cualquier traslado de presos hasta octubre, tendrá que someter a consideración del citado Comité un informe completo sobre cómo se hará el traslado y 'unavaloración de los riesgos' que puedan existir.

Tras esa valoración, el Comité tendrá 120 días para revisar todo y emitir su opinión al respecto. Si el traslado es a un país extranjero, el Congreso se reserva 30 días para examinar la decisión con el fin de comprobar la capacidad de los supuestos terroristas de 'infligir daños a Estados Unidos o sus intereses'. Además, el secretario de Defensa deberá demostrar que el traslado al extranjero cumple 'estrictos criterios de seguridad a través de una completa investigación del país al que el detenido será enviado'.

El Congreso ha exigido a Obama un informe sobre los riesgos de su plan

En su segundo día de trabajo al llegar a la Casa Blanca, en enero de 2009, Obama firmó un decreto para cerrar la cárcel de Guantánamo en enero de 2010 lo que no ha logrado principalmente debido a los obstáculos del Senado y el Congreso de su país.

Con el cierre del penal de Guantánamo, Obama quería acabar con las críticas que ha recibido EEUU desde que, en el marco de la lucha contra el terrorismo de Al Qaeda, su antecesor George Bush, creó ese campo de concentración al margen de cualquier control judicial. En él llegaron a estar encerrados 775 ciudadanos no estadounidenses, detenidos o secuestrados en todo el mundo como sospechosos de terrorismo. Una vez allí, se les negó cualquier derecho fundamental, entre ellos ser acusados de un delito para poder defenderse de él, y fueron sometidos a un régimen de vida y unos métodos de interrogatorio que incluían la tortura. La mayoría de los detenidos no eran terroristas, aunque así lo confesaron debido a las torturas. Según diarios como The Times, el presidente Bush y los miembros más cercanos de su Gobierno conocían incluso esa inocencia. En la actualidadquedan poco más de 200 prisioneros, de los que parece que sólo 65 pueden ser acusados de algún delito.

Al mismo tiempo que Obama se esfuerza por cerrar Guantánamo, la CIA y el Pentágono han extendido los asesinatos de sospechosos de terrorismo y de guerrilleros talibanes en Pakistán y Afganistán a través de ataques con aviones no tripulados, según la agencia Reuters.

La CIA y el Pentágono han extendido los asesinatos de sospechosos de terrorismo

El asesinato con aviones no tripulados es un tipo de acción que también inauguró Bush y que Obama ha mantenido e incluso extendido, según las cuentas de esa agencia, que asegura que ahora se usan cuatro veces más de lo que se llegó a usar antes de la llegada del segundo a la Casa Blanca. También señala que se ha bajado el rango de importancia de los sospechosos, si bien todos los ataques parecen dirigidos a campamentos de Al Qaeda y de guerrilleros talibanes, con los que EEUU está en guerra.

Bajo anonimato, varios implicados en la lucha antiterrorista aseguraron a la agencia que la expansión de los ataques con aviones no tripulados es 'una consecuencia no deseada' del cierre de Guantánamo, pues 'ahora no hay un lugar para ponerlos'.

Sin embargo, un miembro del Gobierno dijo que esa afirmación es 'completamente errónea' y aseguró que 'en los últimos 16 meses EEUU ha colaborado con los gobiernos del sur deAsia y de todo el mundo para capturar, detener e interrogar a cientos de guerrilleros y terroristas'.

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