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Muere el gran ayatolá Fadlala, líder espiritual de los chiíes de Líbano

Considerado el mentor de Hizbulá, algo que él negaba, era muy crítico con EEUU pero condenó el 11-S

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El gran ayatolá Mohamed Hussein Fadlala, líder espiritual de la mayor parte de los chiíes libaneses religiosos, falleció a la edad de 74 años en un hospital de Beirut por una hemorragia interna tras una larga enfermedad. En el suburbio de Haret Hreik, donde predicaba en la mezquita al Hasanayn, colgaban crespones negros en señal de duelo y las mujeres lloraban en la calle.

Considerado el mentor de Hizbulá lo que tanto él como el grupo negaba, Fadlala contaba con un gran número de seguidores en el mundo chií y se caracterizó por una frontal oposición a la política de Estados Unidos e Israel en Oriente Próximo, si bien condenó vigorosamente los ataques del 11-S contra las torres gemelas, calificándolos de 'atentados terroristas'. Pero sostenía que Washington ha sucumbido a las presiones de Israel y no defiende sus propios intereses, algo que también reprochaba a Barack Obama.

El primer ministro libanés, Saad Hariri, dijo que, con la muerte de Fadlala, 'el Líbano pierde una eminente autoridad nacional y espiritual, voz de la moderación y defensor de la unidad de los libaneses, que siempre hizo prevalecer el diálogo y la razón en la solución de los temas conflictivos', informó Efe desde Beirut.

Por su parte, el máximo líder de Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, describió a Fadlala en un comunicado como un 'padre' y 'gran apoyo para las generaciones de creyentes y de muyahidines [guerreros santos]. Nos enseñó la sabiduría, el diálogo, el rechazo de la injusticia, la resistencia a la ocupación y la perseveración ante las dificultades', agregó.

Nacido en Irak en 1935, Fadlala provenía de una familia de abolengo que se decía descendiente del profeta Mahoma. Sus progenitores eran oriundos de un pequeño pueblo del sur de Líbano y fueron a Irak para que el padre pudiera estudiar teología. Fadlala pronto adquirió gran prestigio como hombre de religión.

Ya en Líbano, enseguida comenzó a defender a los chiíes más pobres y a los refugiados palestinos, las clases más olvidadas y desfavorecidas del país. Promovió infinidad de obras benéficas: orfanatos, escuelas y clínicas entre los chiíes, contando con la ayuda económica de Irán tras la revolución de 1979.

En su último sermón, el 1 de julio, denunció la 'judeización' de Jerusalén

Durante la cruenta guerra civil (1975-1990) se le vinculó a los grupos chiíes radicales, a los secuestros de ciudadanos occidentales y al ataque contra el cuartel general de los marines en Beirut, que dejó 260 estadounidenses muertos y provocó la salida de Estados Unidos del país. Él negó con vehemencia lo uno y lo otro.

Sobrevivió a varios atentados. En 1985, un coche bomba mató a 80 personas cerca de su casa, pero Fadlala salió milagrosamente ileso. Según un ex agente estadounidense, fue el mismo director de la CIA, William Casey, quien ordenó ese atentado, financiado por los saudíes.

En su último sermón, el 1 de julio, denunció la 'judeización' de Jerusalén que Israel lleva a cabo confiscando tierras palestinas y expulsando poco a poco a los árabes para reemplazarlos por judíos en todo el sector ocupado de la ciudad santa.

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