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Uribe boicotea un acercamiento a Caracas

Colombia denuncia la presencia de las FARC en Venezuela

ANTONIO ALBIÑANA

Las revelaciones del ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, sobre la existencia de campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio venezolano y la supuesta residencia en el país vecino de miembros de la dirección guerrillera, como Iván Márquez, Rodrigo Granda, Timoleón Jiménez y Germán Briceño boicotearon la normalización de las relaciones con Venezuela, cuyo deshielo ya había emprendido el presidente electo Juan Manuel Santos.

Silva dijo intervenir bajo 'el cálculo político del presidente Uribe' para fomentar un 'debate en la opinión pública', y mostró en la noche del jueves a directivos de medios de comunicación la situación de campamentos de las FARC en los estados fronterizos de Táchira y Apure, así como imágenes de los jefes de las guerrillas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se estarían paseando libremente más allá de la frontera con Venezuela.

El Gobierno colombiano indicó que baraja 'acudir de nuevo a las instancias internacionales' para denunciar los hechos. En marzo de 2008, Colombia ya denunció ante la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA) presuntos 'acuerdos' entre las FARC y los Gobiernos de Ecuador y Venezuela.

Las imágenes no tardaron en ser identificadas como idénticas a las difundidas hace más de seis meses por el diario El Tiempo. Otras, según los expresidentes Samper y Pastrana, tienen más de cuatro años de antigüedad.

La inesperada intervención del ministro de Defensa se produjo en un momento en que el presidente electo, Juan Manuel Santos, junto a su nombrada canciller, Maria Ángela Holguín (ex embajadora en Caracas) ponían en práctica una estrategia para reparar las relaciones con Venezuela y Ecuador, que incluía la invitación a los mandatarios Hugo Chávez y Rafael Correa a su toma de posesión el 7 de agosto.

La respuesta de Venezuela llegó cuando el canciller Nicolás Maduro llamó a consultas a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez, y entregó una nota de protesta. 'El patético espectáculo mediático ofrecido [por Silva] constituye un intento desesperado por minar una eventual normalización de las relaciones bilaterales', señaló.

El propio presidente, Hugo Chávez, se pronunció en una de sus emisiones: 'El desespero del grupo de extrema derecha que rodea a Uribe quiere impedir a Santos que establezca relaciones con la hermana Colombia', dijo.

El canciller Maduro afirmó que Uribe 'ha dinamitado una normalización de relaciones', afirmando que la intervención del ministro de Defensa fue preparada con el saliente embajador estadounidense, William Brownfield, quien habría aportado elementos videográficos.

'En cada ocasión que Colombia ha informado de la supuesta presencia de grupos irregulares colombianos en territorio venezolano, el Gobierno de Venezuela ha efectuado las verificaciones necesarias y constatado sistemáticamente la falsedad de tales informaciones. En ocasiones, las coordenadas transmitidas han correspondido a lugares situados en el propio territorio colombiano', remachó el canciller.

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