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Los mineros no saben que les quedan meses bajo tierra

Las autoridades chilenas ocultan la duración del rescate a los atrapados para no desanimarles

SOLEDAD PINO

'Que nos envíen unas cervecitas'. El minero que hacía de portavoz de los 33 atrapados bajo tierra en el norte de Chile no dudó en su respuesta al ministro de Minería, Laurence Golborne, cuando el lunes este se comunicó con el refugio a través de un telefonillo y les preguntó qué les hacía falta. La broma dio una gran alegría a las autoridades y a los familiares de los trabajadores, porque evidenciaba el buen estado de salud física y mental de los mineros, que llevan 20 días bajo 688 metros de tierra y rocas, con cerca de 36 grados de calor.

Ayer se empezó a instalar una gran máquina perforadora que debe excavar un túnel para sacar a los obreros, una tarea que durará meses. 'Van a estar con nosotros para la Navidad y el Año Nuevo', vaticinó el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Los únicos que no saben que la operación puede demorarse hasta finales del año son las propias víctimas. Las autoridades les ocultan este hecho para que no caigan en el desánimo.

El yacimiento privado San José, del que se extrae oro y cobre desde 1889, sufrió un derrumbe en la mitad de sus profundidades el pasado 5 de agosto. Los diversos intentos de rescate no dieron resultado hasta que 17 días después de la tragedia, una sonda llegó al lugar donde estaban los trabajadores y se produjo aquello que, según los técnicos, era lo más difícil de lograr; tomar contacto con los mineros. Los operarios que trabajan en la zona no esperaban que la sonda consiguiera encontrar nada, porque se había desviado del rumbo que le habían trazado los equipos de rescate, basándose en los mapas topográficos de la mina. Y la sorpresa fue aún mayor cuando la sonda volvió con una nota de los mineros que aseguraban estar bien, los 33.

Los familiares de los atrapados mandan cartas a través del conducto

Se volvió a enviar el artilugio, se captaron imágenes de algunos de los mineros y se comenzó a fortificar las paredes de ese orificio considerado 'el cordón umbilical' que permitirá mantener con vida a los trabajadores. La tarde del lunes se activó la segunda etapa de la operación, llamada 'supervivencia y rescate'.

Los familiares de los atrapados, que han montado el 'campo de la esperanza' en la superficie de la mina, empezaron a mandar cartas a sus queridos a través de este conducto. Sin embargo, las cartas pasan un control previo a manos de los expertos para evitar mensajes que puedan afectar negativamente el estado de ánimo de los mineros, como es el caso de la duración del rescate.

Las comunicaciones con los mineros han permitido saber que supieron racionalizar la comida y el agua. Han tenido algo de luz gracias a una lamparilla que había en una camioneta que quedó dentro del yacimiento tras el derrumbe. Lo primero que recibieron el lunes a través de una cápsula llamada paloma, que se pone en el interior de la sonda, fue glucosa en gel y un cuestionario con preguntas para cada trabajador, que fue confeccionado por el equipo médico a cargo: ¿cuándo fue la última vez que comió?, ¿ha bebido agua?, ¿ha tenido diarrea?, ¿siente molestias?, etc.

'Para la Navidad van a estar con nosotros', dice el presidente de Chile, Piñera

La directora de sanidad de la región de Atacama, Paola Neuman, recibió los cuestionarios e informó que los mineros 'están en perfecto estado, mucho mejor de lo que hubiésemos podido imaginar. Sólo han manifestado molestias menores. No hay traumatizados y sólo presentan molestias oculares por la falta de luz y el exceso de polvo', dijo la doctora.

El equipo de sicólogos que forman parte de la operación y que hasta ahora han asistido a los familiares apostados en las afueras de la mina asegura que la experiencia y el papel de los jefes de los mineros atrapados ayudaron a que los trabajadores mantuvieran la calma.

'Buenas tardes, habla el ministro Golborne', se identificó el secretario de Estado al momento de tomar contacto por el telefonillo con el refugio. El minero que contestó le dijo con una naturalidad inusitada: 'Un momento por favor, le pongo con el jefe del turno'. Luis Urzúa era quien estaba al cargo. Al coger el auricular, saludó y agregó: 'Nosotros queremos hacer una pregunta. Un grupo de compañeros iban saliendo de la mina cuando ocurrió el derrumbe. ¿Alcanzaron a salir?'. Urzúa se enteró de que no hubo siquiera un lesionado. Y los 33 atrapados estallaron en gritos de alegría. La suerte de sus compañeros dijeron era su principal preocupación.

'Están mucho mejor de lo que hubiésemos podido imaginar', afirma la jefa de Sanidad

La doctora Neuman informó que en los próximos días se les alimentará con atún y agua, y que progresivamente se aumentará la dieta. Además, se intentará normalizar los ciclos vitales de los atrapados, dándoles luz y labores para realizar durante el día. Llegada la noche, se les pedirá que apaguen las luces e intenten dormir.

El hecho que los 33 mineros estén bien dentro de la mina, permitirá que las labores de rescate cuenten con una ayuda subterránea importante en este tipo de operación. El ingeniero a cargo del operativo, Andrés Sougarret, de la empresa de cobre estatal Codelco, informó que optaron por trabajar con una máquina perforadora del tipo Raisebore Strata 950, que ha sido trasladada, desmontada y repartida en cuatro camiones, desde un lugar a 1.300 kilómetros. Sougarret explicó que se enviarán las piezas de la máquina al interior de la mina y que en el fondo se la volverá a armar con ayuda de los mineros. Deberá hacer un hoyo de 66 centímetros de diámetro y luego empezará a raspar desde abajo hacia arriba. Una vez que la obertura alcance un metro, se comenzará a rescatar, uno a uno, a los mineros.

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