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La Eurocámara denuncia las expulsiones de gitanos

Los grupos políticos del Parlamento europeo, excepto los populares y la extrema derecha, critican la pasividad de la Comisión de Barroso ante las deportaciones masivas del Gobierno de Sarkozy

DANIEL BASTEIRO

Una mayoría de las fuerzas políticas del Parlamento Europeo denunciaron ayer en un tenso pleno la política de seguridad de Nicolas Sarkozy. 'Escandalosa', 'caza de brujas', 'xenofobia' o 'desgracia para Europa' fueron varias de las expresiones utilizadas por socialistas, liberales, verdes y comunistas para censurar las expulsiones que están sufriendo numerosos gitanos residentes en Francia. Estas deportaciones forman parte de la nueva estrategia del Ejecutivo francés contra la delincuencia, que incluirá la retirada de la nacionalidad a ciudadanos franceses nacidos en otros países.

El Partido Popular Europeo (PPE), formación mayoritaria en la cámara, se quedó insólitamente aislado junto a la extrema derecha que, lejos de la calculada posición neutral de los conservadores, defendió las deportaciones. Las fuerzas políticas comenzaron a negociar una resolución sobre la integración social de los romaníes que se votará mañana y donde podría hacerse explícito el malestar expresado ayer.

Las expulsiones de cientos de personas este verano, muchas de ellas gitanos procedentes de Rumanía, coparon el 'debate sobre el estado de la Unión [Europea]', que ayer se celebró por primera vez. La Comisión Europea había promocionado la cita como un pulso a la actualidad política similar al que se someten los presidentes de EEUU, pero José Manuel Durão Barroso acabó siendo acorralado por su pasividad ante lo que la mayoría de grupos considera una violación de las leyes de la UE sobre libertad de movimiento y contra la discriminación.

'En las declaraciones generales usted es el campeón de Europa', le recriminó el líder de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit. 'Pero cuando hay que nombrar a alguien o para un caso concreto es el campeón de los ausentes', aseguró ante un Barroso que evitó referirse a la política del Elíseo hasta que no le quedó más remedio.

'Es una caza de brujas contra una minoría, eso es lo que está haciendo el Gobierno de Sarkozy', dijo Martin Schulz, portavoz de los socialistas. Guy Verhofstadt, el líder del partido liberal, tercera fuerza tras conservadores y socialistas, consideró 'inaceptable' la 'violación de los derechos' de los gitanos, que son 'europeos a tiempo completo', recordó.

Según Verhofstadt, 'la actitud de Francia es incompatible con los principios y valores de la Unión Europea'. Según los dirigentes de la Eurocámara, el Ejecutivo comunitario no puede mirar para otro lado, ya que el Tratado de Lisboa le confiere la obligación de denunciar ante los tribunales cualquier incumplimiento de las directivas europeas. Barroso replicó blandiendo las iniciativas en pro de la integración de los gitanos, pero recordó que 'es necesario un equilibrio entre la libertad y la seguridad' y que la lucha contra el crimen no es responsabilidad de la Comisión.

Horas después del debate con Barroso, los eurodiputados sometieron a una lluvia de reproches a la comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, que anunció un plan de cinco puntos para favorecer la integración de los romaníes. Reding respondió a las acusaciones de pasividad que 'la Comisión no puede declarar la guerra a ningún país' y que ayer mismo Bruselas envió una carta a París pidiendo nuevas explicaciones.

La comisaria pidió 'respeto a los procedimientos que están en marcha' para determinar si las deportaciones ponen en la diana a los gitanos en particular y si se respetan los derechos de los repatriados, que no pueden ser expulsados en masa. Reding aseguró que la Comisión mantiene contactos permanentes con las autoridades francesas, y que todavía está evaluando la legalidad de las expulsiones.

Juan Fernando López Aguilar, el líder de los socialistas españoles, fue el único español en participar en un debate con cerca de 50 intervenciones. Para él, 'Europa no se construye sólo con una moneda única y un mercado interior, sino con un espacio de libertad y seguridad' que no debe estar sometido 'a la popularidad en las encuestas'. Cohn-Bendit, ex líder del Mayo del 68, recordó a Barroso que 'la democracia es la defensa de la minoría y no sólo la ejecución de la voluntad de la mayoría', en referencia a una célebre frase de Albert Camus.

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