Francia se enfrentaba este jueves a la quinta huelga del año contra la reforma de las pensiones puesta en marcha  por el Gobierno de Nicolas Sarkozy. Y lo hacía con los constantes mensajes de alarma de las autoridades diciendo que el país está en alerta máxima ante el peligro de atentados.

También con el Elíseo satisfecho porque los datos de participación, según el Gobierno, son menores que en las otras ocasiones. Sea como sea, las más de 200 manifestaciones por todo el país han vuelto a dejar ferrocarriles, aeropuertos y colegios muy afectados.

La empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, aseguró que la huelga estaba siendo seguida por un 37,06% de la plantilla. Datos distintos a los que facilitó el sindicato CGT, que contaba un 49,85% de los trabajadores siguiendo el paro.

En la enseñanza, el Ministerio de Educación dijo que el seguimiento era del 25,8%. Una vez más, los sindicaros aseguraban que la participación era superior al 50%, cifras estables en comparación con los datos de la huelga precedente.

El apoyo a la huelga en las seis refinerías de la multinacional petrolera Total en Francia está entre el 50% y el 80%, según datos de la empresa, mientras que el servicio de correos aseguró que estaban en huelga el 22,07% de sus trabajadores.

Según la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), que se anule la mitad de los vuelos programados en el aeropuerto parisino de Orly y el 40 por ciento en el de Charles de Gaulle. El tráfico aéreo también se ha visto resentido en España, donde 228 vuelos con dirección a Europa han tenido que ser cancelados.

Fuentes de AENA concretaron que de estos vuelos, 69 de ellos, 32 operaciones de llegada y 37 de salida, son con aeropuertos franceses. De las 159 cancelaciones con otros países europeos 77 vuelos son de llegada y 82 de salida. 

En el tráfico ferroviario, las previsiones indican que se anularán la mitad de los trenes de alta velocidad y que las perturbaciones serán muy inferiores en las líneas con el extranjero.

Estas cifras comienzan a conocerse al tiempo que miles de franceses participan en las más de 200 manifestaciones convocadas para protestar contra el proyecto de reforma de las pensiones.

En Toulouse se manifestaban 'varias decenas de miles' de personas, según fuentes sindicales. Pero la magnitud del parón se verá reflejado de una manera más fiable esta tarde en el seguimiento que se haga en París.

En la capital, el tráfico en el metro era normal y se informó de perturbaciones en el tráfico de los trenes de cercanías que unen París con toda su periferia y que trasladan diariamente a cientos de miles de trabajadores.

Los sindicatos esperan superar su capacidad de convocatoria de la última jornada de protesta, que el pasado día 7 reunió, según su propio balance, a más de 2,5 millones de personas en las calles de unas 200 ciudades del país.

Fue la mayor jornada de protesta que ha vivido Francia desde 2002 incluso si se tienen en cuenta las cifras del Gobierno, que contó algo más de un millón de manifestantes.