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El rescate de los mineros en Chile comienza el miércoles

Los técnicos del operativo revisten con tubos metálicos 96 metros del túnel en las partes menos firmes

SOLEDAD PINO

La seguridad vale más que las prisas. Las autoridades chilenas han sido cautelosas a la hora de fijar los plazos en que se llevará a cabo el rescate de los 33 mineros que se encuentran atrapados desde el 5 de agosto, bajo 688 metros de tierra y rocas en el norte de Chile. A pesar de que la perforadora llegó el sábado hasta la zona donde están los atrapados, el rescate no comenzará antes del próximo miércoles, según confirmó ayer el ministro de Minería, Laurence Golborne.

Antes de bajar la sonda que sacará uno por uno a los mineros, hace falta revestir 96 metros del túnel con tubos metálicos. Además, se harán pruebas de los equipos 'para tener un rescate tranquilo', dijo Golborne. Comentó que tras las pruebas de rigor y si todo sale como se espera el miércoles, comenzarían a sacar a los mineros y que el último podría salir el viernes. Pero fiel a su cautela habitual agregó: 'el momento preciso no lo sabemos porque todo depende de variables muy difíciles de estimar'.

'Están muy contentos y muy bien de salud', dice uno de los médicos

Las autoridades no quieren precipitarse con la fase final de la operación de rescate después de haber concluido el túnel mucho antes de lo que pensaban. Originalmente el jefe del operativo, André Sougarret, había anunciado que los 33 atrapados saldrían a la superficie entre Navidad y Nochevieja.

En la mina San José, Sougarret informó ayer que el proceso de encamisado o revestimiento con tubos metálicos de 96 metros del conducto por el cual saldrán, se inició en la mañana del domingo y que finalizaría este lunes por la mañana. Sougarret explicó que se decidió hacer un encamisado parcial solamente en las partes menos firmes del conducto porque el análisis técnico mostró que en la mayor parte del túnel la roca era dura y de muy buena calidad. 'Haber puesto tuberías en los casi 700 metros tenía el riesgo de bloquear el conducto', dijo.

Dicha tubería debe ser adherida a la tierra con cemento. Después se instalará la grúa que hará el izaje de los hombres. De esa grúa o plataforma penderá la cápsula Fénix, que transportará, uno a uno, a los mineros a la superficie. 'Hemos hecho lo más difícil; romper, pero ahora queda lo más importante que es sacarlos con vida', advirtió Sougarret.

Entre los 33 compañeros hay una pugna por ser el último en salir

Tras la euforia que durante la mañana del sábado reinaba en la mina San José por el fin de las labores de perforación, el resto del día hubo tranquilidad tanto en el fondo de la mina como en el exterior.

Una vez que la perforadora T-130 tocó fondo, los propios mineros atrapados se pusieron a dinamitar y ensanchar la boca del conducto que los llevará a la superficie. Después de concluir esta labor, hablaron con sus familiares por el telefonillo. Se fueron a dormir temprano ya que el día anterior no habían conseguido descansar por el ruido estruendoso que producía el taladrar de la perforadora que había trabajado durante toda la noche del viernes.

'Están muy contentos y muy bien de salud', aseguró ayer Jean Romagnoli, uno de los médicos a cargo del operativo, que se comunicó con los 33 por la tarde del sábado para conocer su estado de ánimo. El sábado cenaron carne al jugo con arroz.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, señaló que al dirigirse a los obreros para explicarles cómo será el rescate y las precauciones que se tomarán, varios de ellos le manifestaron su deseo de ser los últimos en salir, informa Efe.

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