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La 'cápsula Fénix' devuelve a la vida a los mineros

El ascensor de 622 metros de altura transporta a la superficie, uno a uno, a los obreros sepultados durante más de dos meses

SOLEDAD PINO

Puso un pie fuera de la cápsula Fénix II y nadie se le acercó. El rostro de Mario Gómez era elocuente e invitó a una pausa. Gómez se arrodilló y oró con el rostro sobre el canto de sus manos. Al levantarse, recibió los abrazos que le esperaban; entre esos, los de su mujer, su querida Lila.

La escena conmovió al campamento Esperanza, que amaneció con sol y un espíritu de júbilo entre sus habitantes, a pesar del cansancio de una noche que muchos pasaron en vela.

La operación del rescate se desarrolla a un ritmo más rápido del previsto

El rescate de Gómez generaba expectación por sus 59 años y sus afecciones respiratorias severas. Su liberación se producía siete horas después de que el rescate del primer minero, Florencio Ávalos, hubiese hecho estallar en júbilo el yacimiento San José y se liberaron al cielo cientos de globos de helio pintados con banderas chilenas.

Los medios de comunicación de todo el mundo siguieron el esperado acontecimiento que se produjo después de 69 días de ocurrido el derrumbe. Distintos medios estimaron una audiencia global de 1.000 millones de espectadores. Una cifra que resulta superior a la registrado durante la final del último Mundial de fútbol.

Los trabajadores son recibidos por sus allegados y el presidente chileno

La BBC aseguró que, con este acontecimiento, Chile hacía su transición ante el mundo, porque permitía reemplazar la imagen del golpe de Estado del general Augusto Pinochet por este gran rescate que devolvió a 33 trabajadores a la vida.

Mario Sepúlveda, SuperMario, ya es todo un fenómeno en internet, tras convertirse en la estrella del campamento Esperanza al conquistar a todos los medios de comunicación nacionales e internacionales con sus bromas y dotes de animador.

Muchos de los otros mineros optaron por no hacer declaraciones tras llegar a la superficie, por lo que las palabras de Sepúlveda tuvieron aún más eco.

El portavoz del grupo, 'SuperMario', causa el delirio con su efusiva llegada

Las labores de rescate fueron mucho más rápidas de lo que inicialmente se había previsto. Se calculaba que se tardaría una hora en rescatar a cada minero, pero este tiempo se redujo a 50 minutos por trabajador e incluso a 40 minutos después.

Al cierre de esta edición, ya eran 26 del total de 33 los mineros que había subido a la superficie, donde eran recibidos por el presidente chileno, Sebastián Piñera, quien aseguró que el rescate continuaría sin descanso hasta la salida del último de ellos.

'La gran riqueza de nuestro país no es el cobre, son los mineros', dice Piñera

'Yo me voy a quedar aquí hasta que saquemos al último minero', recalcó Piñera, quien afirmó que 'la gran riqueza de nuestro país no es el cobre, son los mineros; no son los recursos naturales, son los chilenos'. El presidente chileno añadió: 'Nuestros trabajadores han dado un ejemplo al mundo de un rescate que parecía muy difícil', añadió.

Todo salió como estaba previsto. La cápsula Fénix II bajó con un socorrista y subió con Florencio Ávalos. Otro socorrista bajó y la Fénix se trajo a Mario Sepúlveda. Un tercer y último socorrista descendió a 622 metros de profundidad y fue Juan Illanes el que emergió de las profundidades de la tierra. La emoción, las lágrimas y los abrazos se repitieron cada vez que un nuevo minero vio la luz.

Javier Galleguillos también siguió desde el campamento Esperanza los detalles del ascenso de su hermano Jorge.

'Sentí mucha emoción, me quebré entero, no podía hablar. Desde que era chico, no tenía esa sensación. No se compara con ninguna otra cosa, es un milagro de Dios', aseguró a Efe.

Galleguillos esperaba abrazar hoy a su hermano, aunque ayer decidió permanecer en el campamento a la espera de que se cumplieran los mejores pronósticos y todos estuvieran fuera.

Esta familia numerosa dejará todo lo prescindible en las carpas que durante dos meses han sido su hogar para que los mineros, una vez recuperados, puedan ver dónde y cómo vivieron sus familias estos angustiosos días.

Después del rescate del sexto minero, Osmán Araya, la cápsula de evacuación hizo una pausa. Pero el ministro de Salud, Jaime Mañalich, insistió en que el paréntesis de 48 minutos no se debió a un fallo de la Fénix II, sino que el plan contemplaba detenciones preventivas para el mantenimiento del aparato.

Mañalich dijo que todos los mineros serán hospitalizados al menos dos días en la ciudad de Copiapó para comprobar su estado de salud.

Las felicitaciones internacionales comenzaron a llegar desde primeras horas de la mañana. El rey Juan Carlos I, el presidente estadounidense, Barack Obama; el primer ministro de Reino Unido, David Cameron; el presidente colombiano, Juan Manuel Santos; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; la mandataria argentina, Cristina Fernández, y el papa Benedicto XVI, entre muchos otros, enviaron saludos y elogios al operativo.

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