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Un líder del Tea Party apoyó la abolición de la escuela pública

El movimiento ultraconservador, que ha obligado a los aspirantes republicanos a derechizarse, es visto con buenos ojos por Esperanza Aguirre o Silvio Berlusconi

HENRIQUE MARIÑO

Los cuatro hijos de David Harmer han estudiado en un colegio público, lo cual no significa que su padre esté radicalmente en contra de que el Estado financie la educación de los suyos.

La paradoja pasaría desapercibida si no fuese porque el susodicho es el candidato del Partido Republicano al Congreso de Estados Unidos.

Y, en concreto, el hombre del Tea Party en California, donde le disputará el escaño al demócrata Jerry McNerney.

Harmer, en un artículo (en inglés) publicado hace una década en el San Francisco Chronicle, abogaba por la abolición de las escuelas públicas, como han desvelado varios medios de EEUU: 'El Gobierno debería dejar el negocio de dirigir y financiar escuelas. No es un ideal utópico. Era como funcionaban las cosas en el primer siglo de la nación americana'.

Entonces, sostiene el político conservador, padres y familiares pagaban la educación de los niños y, cuando no podían, iglesias y asociaciones benéficas corrían con los gastos. 'Gente libre en un mercado libre encontraba una variedad de formas para pagar por una variedad de escuelas que atendía a una variedad de estudiantes, todo sin un mando o control central'.

Los postulados del Tea Party, un movimiento ultraconservador que ha forzado a algunos aspirantes republicanos a derechizarse para asegurarse la nominación para las elecciones, son vistos con buenos ojos en España por dirigentes del Partido Popular. La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha llegado a comentar que 'sólo piden menos impuestos, menos intervención del Gobierno y más nación americana', pese a que 'a la izquierda le parece una cosa terrorífica'.

Su mensaje también ha calado en el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que lo considera un modelo a seguir. Así, el líder del Pueblo de la Libertad ha planteado a sus cuadros la posibilidad de importar algunos principios del Tea Party, como la lucha contra la inmigración y el aborto, para relanzar su partido de cara a los próximos comicios tras la escisión del presidente del Parlamento, el posfascista Gianfranco Fini. Según La Repubblica, su grupo televisivo, Mediaset, emularía a la Fox, mientras que la doble trasalpina de Sarah Palin sería Daniela Santanché.

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