La mayoría de los 33 mineros que estuvieron atrapados bajo tierra en Chile durante 69 días, regresaron este domingo al campamento Esperanza para asistir a un oficio religioso católico y evangélico, pero al llegar al lugar donde vivieron sus familiares durante su encierro, se encontraron con una manifestación de protesta de sus compañeros, los que no quedaron atrapados en el yacimiento San José.

Mientras los rescatados participaban en la misa de acción de gracias, los manifestantes sacaron varias pancartas y se enfrentaron a la policía, informa Efe.

'San Esteban [la compañía dueña de la mina], no somos 33, somos 300', 'Piñera para el show', '70 días sin trabajo y sin dinero', 'Refugio Esperanza, los desamparados', se podía leer en algunas de las pancartas que portaban los mineros que tras el derrumbe se han quedado en el paro. Las familias que protestaban afirmaron que se quedarán en el que ya llaman campamento Villa Esperanza II hasta que se les dé una solución.

Mientras tanto, los '33 de Atacama' se enfrentan al acoso de los medios de comunicación. El primero en aparecer ayer fue Juan Aguilar (49 años), que llegó en su coche y al bajar del vehículo tuvo que ser escoltado por ocho policías. El minero agradeció el interés de la prensa pero se mostró abrumado por las preguntas de los periodistas: 'No tengo palabras para expresarme con el periodismo. Fueron circunstancias laborales las que llevaron a todo esto, pero nosotros no hemos buscado la fama'.

Al igual que han hecho ya varios de sus compañeros, Aguilar pidió luego que les dejen retomar sus vidas.