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Wikileaks, o la amenaza fantasma

La organización que dirige Julian Assange negó el pasado lunes que estuviera a punto de publicar los informes sobre Irak

DANIEL DEL PINO

El run run sobre la publicación de los casi 400.000 documentos sobre Irak que reveló este viernes Wikileaks ha estado resonando por los medios de todo el mundo esta semana.

Había dos circunstancias sospechosas. Por una parte, el Pentágono venía de informar la creación de un grupo especial formado por 120 personas para luchar contra las filtraciones de la organización. Por otra, el silencio de Wikileaks y el hecho de que su página web estuviera caída hasta ayer por la noche, alimentaban los rumores.

Sin embargo, fue la propia Wikileaks la que se encargó de desmentir la supuesta publicación de los datos sobre Irak. En un comunicado del que Público (también recogimos las noticias de agencia que hablaban de la publicación) fue de los pocos medios que se hizo eco, Julian Assange, acusaba a la revista Wired de estar haciéndole la batalla mediática al Gobierno de EEUU.

Es poco probable que la decisión de publicar los archivos de Irak se tomara después. Tal y como explica este sábado Assange en una entrevista con El País, el cerco del Pentágono sobre los movimientos de la organización es cada vez mayor, hasta el punto de ser crítico.

Quizá Wikileaks sólo trataba de desviar la atención o de centrarla precisamente en labatalla mediática de EEUUQuizá Wikileaks sólo trataba de desviar la atención o de centrarla precisamente en eso. En la guerra mediática. Desde la publicación del 'Diario de la guerra de Afganistán' el pasado mes de julio, Assange ha sufrido una campaña de acoso y derribo en todos los ámbitos de su vida.

Las llamadas de EEUU a los medios para que no publicaran la supuesta filtración, o la criminalización que se hizo de Wikileaks tras el bombazo de Afganistán, se han quedado cortos con las acusaciones de violación al fundador de la organización. Assange tiene pocas dudas de que esa campaña fue orquestada por el Pentágono: 'Sabíamos que iban a jugar sucio, pero no esperábamos esto', dijo.

La filtración ha salido finalmente a la luz y si, como dice el Pentágono, no aporta nada nuevo (argumento ya empleado con Afganistán), es difícil de comprender tanto miedo a la amenaza fantasma de Wikileaks.

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