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El brote de cólera en Haití ya ha tocado techo

Médicos Sin Fronteras cree que la epidemia no se extenderá más

DANIEL LOZANO

'La epidemia de cólera se está calmando'. Pablo Marco, coordinador de Médicos Sin Fronteras, habla con cautela. Así sucede con todas las noticias positivas en Haití, que cuesta creérselas. 'Los grandes picos parecen pasados en los últimos diez días. En la peor de las semanas registramos 20.000 casos. Ahora atendemos cerca de 6.000. Eso sí, no podemos prever lo que pueda pasar en Puerto Príncipe en los próximos días. Y, en el sur, todavía se mantiene la incertidumbre'.

Las palabras de esperanza de Marco contrastan con las contundentes cifras aportadas por el Gobierno haitiano: 3.651 personas fallecidas y 171.304 contagiadas. Artibonite, epicentro de la epidemia, continúa encabezando la estadística mortal, con 837 casos. En la capital se han contabilizado 475.

Los matices vienen después: el descenso en el número de afectados no está ligado a las medidas higiénicas tan publicitadas. 'El cólera actúa con un determinado porcentaje de población, sobre el 1,5%. O sea, ya ha atacado a quien tenía que atacar', sostiene Marco.

A la joven Marie, una de las últimas contagiadas, seguro que tampoco le cuadran estos matices. Recogida ayer por la Cruz Roja en Cafu Pean, no le quedaba un gramo de fuerza. A duras penas sus camilleros lograron introducirla en uno de los centros de MSF cerca del puerto de la capital. Gracias a la rápida intervención sanitaria, Marie se salvará. El cólera mata cuando no se responde a tiempo: en un solo día un enfermo puede perder hasta 20 litros de líquido corporal.

MSF y la sanidad haitiana, sostenida por el contingente cubano de 1.300 personas, han librado un combate a cara de perro contra el cólera, que se ha extendido por todo el país caribeno. La experiencia de los cubanos, que llevan años trabajando en Haití y conocen sus rincones más perdidos, ha resultado definitiva en esta lucha. La ONG, por su parte, ha atendido el 60% de los casos gracias a sus 5.000 miembros, distribuidos en sus 51 centros médicos.

Las primeras buenas noticias sobre la epidemia coinciden con la designación del equipo que investigará los orígenes del cólera, atribuido a los cascos azules nepalíes. La propia ONU ha decidido que sea el prestigioso científico mexicano Alejandro Cravioto, del Centro Internacional de Investigaciones de Enfermedades Diarreicas de Bangladesh, quien encabece el grupo.

Las protestas de noviembre en Cabo Haitiano contra los nepalíes provocaron varios muertos y mucho odio. Un odio que se ha extendido contra los sacerdotes de vudú. Al menos 50 personas, en su mayoría miembros de esta religión afro-haitiana, han muerto linchadas por turbas que les acusaban de atraer el cólera con su brujería.

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